«Antes la rara era la que trabajaba. Era lo normal depender de tu marido y ya. Pero depender de tu marido no es una cosa buena, aunque tu marido sea el más bueno del mundo. Las jóvenes de ahora no tienen ese problema. Ojalá hubiera podido yo estudiar y trabajar en lo que fuera».

Quien así se expresa es Choni, de 52 años, vecina de Murcia. Ella no es una de las casi mil mujeres mayores de 45 años que actualmente buscan su primer empleo en la Región. Y no lo es porque, según cuenta, «con lo que gana mi marido, vamos bien». «Yo a mi edad no me veo para empezar a trabajar», admite, preguntada por si tiene miedo a incorporarse al mercado laboral, reconoce que «puede ser que un poco».

Según se detalla en el III Informe Mujer en Riesgo de Exclusión en el Mercado Laboral, de la Fundación Adecco, las casi mil mujeres mayores de 45 que aspiran en la Región a tener su primer trabajo «están especialmente expuestas al riesgo de exclusión social».

Bajo nivel formativo

«A su falta de experiencia laboral hay que añadir otras circunstancias que, a menudo, presentan, como el bajo nivel formativo o los escasos recursos económicos», señala Adecco. Estas mujeres «no habían trabajado antes, pero actualmente se ven en la necesidad de hacerlo, en hogares aún resentidos por la crisis económica, a pesar de la reactivación del mercado, y debido a otras circunstancias, como el aumento de las rupturas matrimoniales o el cambio en los valores culturales», añade el informe.

«Todas ellas corren el riesgo de que el desempleo se convierta en un mal crónico», advierte Adecco, puesto que «si el 73% de las mujeres mayores de 45 años es parada de larga duración (frente al 60% del resto de las mujeres), las que no tienen experiencia están especialmente expuestas a este desempleo estructural».

En cuanto a los puestos a los que optan, el más habitual es recepcionista (11%), personal de limpieza (10,2%), camarera de pisos (9,4%), dependienta (8%) y monitora de comedor escolar (7,1%).

Por contra, «se estima que sólo 90 hombres de esta edad buscan en la Región su primera oportunidad laboral». ¿Puede que se trate de una cuestión de género?