«Todos los operadores están ocupados. Su llamada será atendida en breve». Esa frase viene siendo la más repetida en las compañías aseguradoras en la práctica totalidad de la costa marmenorense. Y esto se debe a los innumerables y variopintos daños que las lluvias han dejado en distintos pueblos como Los Alcázares o San Javier.

Las aseguradoras, que están sufriendo las consecuencias del temporal que inutilizó vehículos la semana pasada, se encuentran «sin parar desde el lunes pasado», según las propias compañías. Ya sea a pie de campo -en el trabajo de los propios comercios y viviendas por seguir achicando agua y enumerar los desperfectos ocasionados por ésta-, como en los negocios que se encargan de proteger a sus asegurados, no dan abasto en materia de peritaje y reparación de daños. Pese a ello, confirman que van «a buen ritmo».

«Estamos a tope y no sabemos cuándo dejaremos de estarlo», afirma una de las principales aseguradoras que opera en Los Alcázares. «Llevamos algo más de noventa partes técnicos, de entre Los Alcázares y La Ribera, registrados desde el lunes y tenemos la certeza de que aún queda una gran cantidad por presentarse», afirman. «La actuación más grande se ha llevado a cabo durante toda esta semana, pero aún no hemos podido cubrir la mayor parte de estos partes», aseguran. Y es que, en materia de desperfectos, pocas veces se han registrado de un calibre tan grande en la zona.

Por su parte, otra compañía que principalmente cubre los daños de viviendas de San Pedro y San Javier afirma que llevan alrededor de 200 partes. «Ahora toca esperar a todos aquellos que no viven en la zona afectada pero que tienen una casa allí ubicada. Aún no han visto de primera mano el desastre ni la cantidad de desperfectos que les haya producido éste», concluyen.

Otra compañía aseguradora cuya máxima clientela se encuentra repartida por Murcia señala no tener tiempo ni siquiera «para coger el teléfono a algunos afectados»

Una trabajadora de la aseguradora Ama, cuyo campo de actuación abarca Cartagena y Mar Menor, indica que «el encargado de siniestros está encerrado» y que «ha prohibido explícitamente que le pasen llamadas» hasta nueva orden, puesto que se encuentra «hasta arriba de trabajo y de partes a estudiar».

También alega Ama que, si bien el temporal ha dejado una escena tan desoladora y tanto trabajo por terminar, no sólo se debe a las consecuencias del mismo, «sino también a las épocas vacacionales en que nos encontramos», que, en muchas ocasiones, hacen crecer el número de accidentes.

Desde Zayca, una aseguradora que tiene tan sólo dos o tres compañías a su cargo, dicen que, precisamente por tener tan pocas compañías asociadas, no se han visto hasta ahora superados, aunque sí que han notado «un incremento importante de partes».

El territorio en el que se encuentra la clientela de Zayca se extiende desde Cartagena hasta sus extrarradios. «Fuente Álamo y Torre Pacheco han sido nuestras zonas más catastróficas», en la que se han registrado «multitud de partes». Cuentan también que tienen la constancia de que «una vez que se mete el Consorcio de por medio, las cosas van más lentas». «También sabemos que algunas aseguradoras, a la hora de mandar al perito, han echado mano de empresas externas, dada su incapacidad para cubrirlo con medios propios», aseguran.

Todos están a tope

Caso distinto es el de las empresas encargadas del servicio de grúas. También conviven desde el lunes con las consecuencias del temporal, ya que son muchísimos los vehículos que lo han sufrido, dando lugar a multitud de averías.

Desde Hermanos Esparza, una de las principales empresas encargadas de esta materia y una de las pocas que ha podido coger el teléfono, dado el inmenso trabajo que vienen haciendo, exponen que «se trata de un año récord, aunque es una cifra récord en la desgracia». Aunque no hablan de números oficiales de vehículos atendidos y rescatados, confiesa uno de sus trabajadores que «no había visto algo así nunca».

Otra empresa importante dedicada al rescate de vehículos, Grúas La Manga, indica que «hay trabajo para toda una semana como mínimo. Nos hemos visto saturados en muchas situaciones, y eso que por ahora no hemos rescatado por esta zona más que a 15 o 20 coches».

Uno de los encargados de Grúas La Manga asegura que pese a que «las compañías pagan a las grúas 35 euros por cada coche al que ayudan, este dinero no es mucho». Esto lo argumenta aludiendo a cuánto debe gastarse la propia empresa en limpiar las grúas del barro o, incluso, repararlas. «Esto es una ruina», espeta con contundencia. «Económicamente no nos hacemos ricos con estos sucesos, hay que recordarlo. Hemos tenido que rescatar coches de zonas subterráneas y emplear más de tres horas en algunos de ellos», concluye.

Desde Grúas Nayca, empresa cuyo ámbito cubre tanto Cartagena como la comarca, aseguran que no han parado «desde el lunes», como todas las que se encargan de llevar a cabo su labor. «Es una semana muy larga», concluyen.