«Escucha, que en El Niño dé mucho más. A mí me da mucha alegría». Así se expresaba Paqui Reyes, del bar La Campana (en la carretera de El Palmar, Murcia), tras enterarse de que había repartido la suerte. En concreto, con el segundo premio de la Lotería de Navidad, que se ha vendido muy repartido en numerosos puntos de toda la Región. Murcia, Lorca, Beniaján y la citada El Palmar son algunos de los puntos de venta. En total, cerca de un millón.

Y lo ha hecho gracias a la relativamente reciente moda de las terminales, donde cada uno puede elegir su número, sin necesidad de que ese décimo esté físicamente en esa administración.

«A la salud de a quién le haya tocado», brindaba la madre de Paqui, Francisca Hortigosa, que, a sus 75 años («recién cumplidos», deja claro, hace gala de una vitalidad contagiosa. «Es que si a mí no me pilla el coche podría hasta saltar. Yo he estado muy bien», relata la mujer, que perdió a su esposo en el accidente al que alude. Un accidente que fue prácticamente en la puerta del bar donde ayer celebraba la suerte.

«Yo ya di un Gordo con la otra Campana (en referencia a otro establecimiento), y me tocó a mí también. En el 2005. Y nos fuimos de vacaciones a Lo Pagán», relata la veterana Francisca, dueña del bar La Campana, que tiene dentro la administración 53.100.

«Con la lotería de máquina llevamos desde 2010. Con quinielas de fútbol y Bonoloto, llevaremos alrededor de 35 años», apostilla Paqui Reyes.

Cada uno de los décimos vendidos del segundo dejan 125.000 euros. En la localidad murciana Beniaján, la administración de loterías llamada precisamente La de Beniaján ha vendido dos décimos. Al principio saltó la liebre: por una confusión, los dueños llegaron a pensar que habían repartido miles de euros.

«Muy contento» y sidra en mano se plantaba ante los periodistas José Turpín, fundador de la administración La de Beniaján. Con sus hijas, Elena y Ana, celebraba el premio en la puerta de su administración. Aunque se desconoce qué vecinos son los afortunados, hoy se brinda por ellos en la pedanía murciana.

«Perder las perras»

Vecinos y curiosos se daban cita en la puerta de la administración de la calle Ángel Viudes. «¿Os ha tocado?», preguntaba una mujer desde un balcón desde el que cuelga un Papá Noel. «Nos ha tocado perder las perras», contestaba una mujer desde la puerta de la oficina. «Se está dejando mucha riqueza aquí, porque lo merece también el pueblo», dijo Turpín. En concreto, en Beniaján se han repartido 250.000 euros.

El número 4.536 es el agraciado con el segundo premio del Sorteo Extraordinario de Lotería.

A la capital murciana, asimismo, se acercaron un cuarto premio (59.444, dotado con 200.000 euros a la serie y que era el más madrugador) y varios quintos en un total de siete pedanías, entre ellas Torreagüera, que ha repartido unos 180.000 euros con el primer quinto premio, con el número 22.259, dotado con 60.000 euros a la serie y el segundo más madrugador, ya que ha salido a las 10.15 horas.

El primer sobresalto de la jornada se producía en el punto de venta que hay en el Carrefour Zaraiche. Pasaban pocos minutos de las nueve de la mañana y ya caía del bombo un cuarto. El responsable de la administración -ubicada en el centro comercial que hace días veía cómo se inundaba su aparcamiento, debido a las fuertes lluvias- se veía de golpe rodeado de medios de comunicación. Y, casi al momento, curiosos. Al ver que la suerte ha mirado a una administración, personas que de buena mañana ya estaban en estos almacenes se acercaban a comprar un número. Por si acaso. «La suerte se queda tiempo», decía uno de los clientes.

Más suerte repartida gracias a los terminales. En el punto mixto en la pedanía murciana de Era Alta, que combina la venta de lotería con una zapatería, vendían el 60.272, el sexto quinto premio.

El sexto quinto premio, con el número 60.272 y dotado con 60.000 euros a la serie, que ha sido de los últimos en salir, a las 12.45 horas, ha recaído en tres pedanías de Murcia y Murcia capital. En Puente Tocinos ha dejado entre 24.000 y 30.000 euros al venderse cuatro décimos.