Las intensas lluvias caídas en la Región desde el pasado jueves han revivido el secano, después de años de agonía, y están recargando los acuíferos de la cuenca del Segura, pero también han ahogado las plantaciones de lechuga, bróculi, coliflor y espinacas, dado que en algunas zonas ha llovido de forma casi ininterrumpida durante dos días. La asociación de exportadores Proexport, que ayer realizó un balance provisional de los daños, estima que se ha perdido la mitad de la producción de lechuga en un momento crucial, porque que la merma llega justo en vísperas de Navidad. El Campo de Cartagena y el Guadalentín son las comarcas más perjudicadas.

El director general de Proexport, Fernando Gómez, que ayer recorrió las zonas del Campo de Cartagena para conocer de cerca los estragos causados por las inundaciones, destacó que, además de los daños causados por el agua, «hay muchas plantaciones anegadas y caminos impracticables, lo que impedirá volver a recolectar hortalizas casi toda esta semana». Fernando Gómez destacó que las empresas productoras deberán explicar a sus clientes que la falta de producción se debe a «causas de fuerza mayor». Recordó que también han sufrido daños las zonas limítrofes de la Vega Baja de Alicante y de Pulpí (Almería).

Proexport hizo pública ayer una nota en la que explica que «la lluvia ha llegado en su peor momento para los productores de hoja, que son los que están registrando mayores pérdidas a causa de las inundaciones: variedades de lechuga, espinaca y minihojas son las más afectadas. Otras producciones, como la alcachofa, han recibido con benevolencia las lluvias de estos días y productos como el bróculi, coliflor y calabacín se verán afectados por el exceso de humedad».

El Campo de Cartagena, que ha registrado las mayores precipitaciones, con 246 litros en la ciudad de Cartagena y 227 en San Javier, ha sido la comarca más perjudicada por las inundaciones, dado que en los municipios del litoral se concentra la mayor parte de la producción de hortalizas.

Proexport informaba ayer de que sus técnicos «están aún evaluando los daños ocasionados por las lluvias en sus producciones y, aunque es pronto para avanzar cifras hasta que puedan entrar a los campos en estos momentos anegados, ya se han señalado las primeras pérdidas». El presidente de Proexport, Juan Marín, destacó que «para lechuga, espinaca y otras variedades de hoja, la campaña de Navidad se ha truncado, ya que desde el pasado jueves no se pueden recolectar por las lluvias».

Por su parte, el presidente de la Sectorial de Lechuga Iceberg de Proexport, Javier Soto, calcula «se va a perder un 50% de las producciones de lechuga y sus variedades que iban a recolectarse para las fiestas. Desde el pasado jueves no se ha podido recolectar y hasta el jueves será imposible acceder a los campos».

El presidente de Coag en la Región, Miguel Padilla, añadió que a los daños producidos por la lluvia se unirán después los efectos de la humedad, que se traducen en enfermedades capaces de destruir las plantas a consecuencia de la proliferación de hongos. Padilla destacó que el bróculi es uno de los productos que puede sufrir mayores plagas. El máximo representante de Coag en la Región considera que también la alcachofa se verá perjudicada por la lluvia y la humedad. «Lo mejor que puede ocurrir ahora es que corra el viento», manifestó Padilla, dado que se secaría el terreno y se aplacarían los daños producidos por la humedad.

El campo está parado desde el jueves

Las lluvias caídas en la Región desde el pasado jueves y viernes han aliviado la sequía que sufre la mayor parte del territorio, pero están dejando sin trabajo a los jornaleros, dado que las labores agrícolas están suspendidas desde el pasado jueves. Por eso, a los daños originados por la pérdida de la cosecha se sumará también la pérdida de los jornales, puesto que las plantaciones de hortalizas y de críticos están anegadas y será imposible reanudar la recolección durante los próximos días. También los caminos están inundados, por lo que ni siquiera es posible desplazarse al campo.