La organización de Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha) considera que «el Gobierno da una nueva patada hacia adelante en materia fiscal» con la recuperación del pago adelantado del Impuesto de Sociedades «sin abordar en profundidad la raíz de la crisis recaudatoria, la necesidad de una reforma fiscal integral que reduzca el fraude y la elusión fiscal de las grandes fortunas y multinacionales, equiparando la carga fiscal de empresas y familias».

Hace un par de semanas el Ejecutivo ha aprobado una subida del Impuesto Sociedades con la que pretende aumentar en 4.300 millones la recaudación de este tributo, al tiempo que introducía el nuevo tributo a los refrescos azucarados.

El principal cambio formalizado en este sentido consiste en una modificación de los pagos a cuenta del impuesto, los cuales se abonan en abril, octubre y diciembre como un adelanto de la declaración anual que se presenta en julio de cada año.

El secretario general de la organización, José María Mollinedo, explicó que el pago adelantado -establecido en los meses de abril, octubre y diciembre- es una medida transitoria, que introduce una especie de «crédito fiscal», dado que permitirá a las empresas recuperar en el futuro las deducciones a las que ahora no pueden acogerse. Por ello, Gestha explica que, «si bien este anticipo del Impuesto de Sociedades permitirá sumar este año 8.000 millones a las arcas públicas -según las estimaciones del Gobierno- lo cierto es que cuando se suprima nuevamente esa medida dentro de dos años el efecto será el inverso, pues lo anticipado ahora, faltará entonces, y se desplomará la recaudación de este impuesto tal como ha sucedido en 2016, lo que obligará a adoptar otras medidas».

Para los técnicos de Hacienda, el endurecimiento del pago mínimo a cuenta del Impuesto de Sociedades -que afectará a unas 9.000 empresas en toda España- sin aumentar su carga fiscal, no es más que una 'operación contable'. El objetivo es salvar las cuentas públicas de 2016 ante los avisos de sanción de las autoridades europeas, pues los 8.000 millones que las empresas adelantarán entre octubre y diciembre, se ingresarán de menos en julio de 2017 cuando presenten la declaración anual, y esa menor recaudación se compensará con los nuevos pagos adelantados a cuenta de 2017».

La CROEM rechaza la reforma

La patronal murciana rechaza la reforma del Impuesto de Sociedades que obliga a las empresas a adelantar el pago de este tributo mediante entregas a cuenta y advierte de que la reforma introducida por Mariano Rajoy «afectará al empleo y a las inversiones».

La CROEM destaca en su último Boletín de coyuntura que las más perjudicadas por la nueva fórmula de tributación serán las cerca de 700 compañías de la Región que facturan más de diez millones de euros, dado que estas firmas representan apenas «el 1,5% del tejido empresarial», pero aportan el 57% de la contribución fiscal. A la aplicación de la reforma se suma la subida aprobada por el Gobierno a principios de diciembre con la que pretende aumentar la recaudación de este tributo en unos 4.300 millones en 2017.

Las empresas debían abonar el impuesto en el mes de julio, pero, con el fin de aliviar el déficit del Estado para dar cumplimiento a las exigencias de Bruselas, el Gobierno ha optado por fraccionar los pagos y adelantarlos mediante entregas a cuenta, de igual forma que retiene el IRPF mes a mes, para liquidar cuentas con los contribuyentes cuando llega el momento de presentar la declaración de la renta, al año siguiente.

Esta reforma afecta especialmente a las 672 empresas de la Región que, según los datos recogidos por la CROEM, facturan más de 10 millones y son las que cargan con el mayor peso de este tributo.

El primer pago a cuenta del Impuesto de Sociedades se ingresó en octubre y este mes de diciembre toca el segundo.