­La Universidad de Murcia cuenta desde ayer con una nueva Doctora Honoris Causa, Rosamaría Alberdi Castell, profesora de Enfermería de la Universidad de las Islas Baleares. El acto de investidura se abrió con la declaración del rector, José Orihuela, y con la lectura del Acta del Claustro Universitario, para recibir a continuación a la doctoranda, la profesora Alberdi, que hizo entrada a la sala mientras sonaba el Coro de Cámara de la Universidad.

A la concesión del doctorado, como es tradición, le precedió el discurso de elogio -Laudatio- pronunciado por la madrina del acto, la doctora María Pilar Almansa Martínez. Almansa, que afirmó presenciar «un gran momento para la Universidad de Murcia» y prosiguió afirmando que «la profesora Rosamaría Alberdi nunca ha cesado en su actividad de investigar, escribir y enseñar y así lo demuestra la brillante trayectoria que le ha valido el prestigio del que actualmente goza entre la profesión enfermera».

La investidura de Alberdi se presenta como un reconocimiento a su trabajo y como la culminación del camino de la profesión enfermera, que se inició hace cuarenta años con la lucha por el reconocimiento universitario.

El acto prosiguió con la concesión del grado de Doctora Honoris Causa a Rosamaria Alberdi, con la imposición del birrete color gris perla, el color de la enfermería, el anillo, los guantes blancos y el Libro de la Ciencia, todo ello entregado por Pilar Almansa. El protocolo continuó con la imposición de la medalla, los abrazos a la madrina y al rector como símbolo de incorporación al Claustro y una última entrega, la del pergamino conmemorativo, que dió pie al discurso en el que la nueva doctora agradeció a la Universidad de Murcia la concesión del título.

La profesora Alberdi recibió el doctorado con «gran alegría y responsabilidad porque han considerado que mi trayectoria profesional era merecedora de esta distinción. Con este doctorado el conjunto de la profesión enfermera llega al final de un camino de normalización que se emprendió hace cuarenta años». La nueva doctora compartió y asumió esta distinción en nombre de las muchas personas con las que ha realizado este camino.

Rosamaría Alberdi pertenece a un grupo de enfermeras que hace 40 años lideraron las enormes transformaciones que se produjeron en enfermería como fue el acontecimiento histórico de la entrada de la profesión en la universidad en 1977.

Alberdi se encuentra inmersa en la actualidad en su propuesta más vanguardista: la competencia política de las enfermeras. Propone la presencia de estas no solo en la macropolitíca, en cargos de alta responsabilidad, sino también en la micropolitica. Asegura que «desde la mirada enfermera podemos detectar necesidades sociales más allá de las sanitarias, la enfermera tiene la capacidad para trabajar por el bien común».

Asimismo Alberdi propone el empoderamiento del paciente como centro del sistema sanitario. «Debemos procurarle al paciente la mayor autonomía posible, somos los que estamos en contacto directo con ellos y podemos enseñarles a detectar sus necesidades», afirmó.

Compromiso de las enfermeras

La profesora Alberdi ofreció una visión muy clara de lo que está suponiendo esta etapa de crisis y recortes, «las enfermeras hemos sufrido mucho las consecuencias de la crisis provocada por políticas inadecuadas, somos las que más recortes hemos sufrido en nuestras plantillas y hemos visto marchar al extranjero a cientos de compañeras ante la precarización y falta de empleo que hay en nuestro país». Según Rosamaría Alberdi, «los pacientes tienen el derecho a recibir la atención adecuada, cuando se les quita tiempo enfermero, se está cometiendo un fraude».

La profesora Alberdi se muestra orgullosa de las enfermeras y enfermeros por las acciones de resistencia que han llevado a cabo durante la crisis, «cuando retiraron las cartillas sanitarias a los inmigrantes y a los jubilados se les pusieron obstáculos para poder acceder a los medicamentos, las enfermeras manifestaron su negativa e hicieron acciones de resistencia como la de seguir prestando cuidados a quien lo necesitase». En cuanto a la prescripción enfermera, Rosamaría Alberdi afirmó que «no es una cuestión de que la enfermera tenga más poder o más espacio, sino de privarla de prescribir lo que el paciente necesita». Resaltó que «nuestra capacitación está más que demostrada, el problema no es de las enfermeras sino de los que se han atrevido a hacer esto sin que sepamos qué motivos aducen o cómo lo justifican».

Su candidatura para ser nombrada Doctora Honoris Causa por el Claustro Universitario de la Universidad de Murcia ha recibido más de 100 apoyos de enfermeras, asociaciones científicas, fundaciones y colegios profesionales.