La atmósfera está loca. El anticiclón que prolongó el buen tiempo en la Región hasta prácticamente la última quincena de noviembre ha provocado que la temperatura del mar esté todavía entre 19 y 20 grados, algo completamente inusual cuando falta menos de un mes para el inicio del invierno y que supone dos grados más de lo normal. Una situación que ha hecho posible que el riesgo de que se formen lluvias torrenciales, similar a la que ha sacudido Valencia esta semana, se prolongue hasta mediados de diciembre, cuando lo normal es que desaparezca a mediados de noviembre.

De momento, hoy no se esperan lluvias de importancia pero la inestabilidad no se ha cerrado, ya que puede haber precipitaciones hasta el fin de semana, con sólo el viernes de descanso.

José Antonio Parodi, meteorólogo de la Aemet en Murcia, comenta que "es inusual que la situación esté tan revuelta" a estas alturas del calendario, ya que los chubascos y episodios de lluvias torrenciales son más habitual en octubre.

Precisa que esta inestabilidad puede estar potenciada por el calentamiento del agua del mar, ya que provoca que haya más evaporación de agua y humedad en el ambiente, pero que es un dato que por sí solo no es suficiente para provocar las lluvias intensas. "Hacen falta otros tres ingredientes, como masas de aire frío en la atmósfera; que soplen vientos del Levante (Este); y la orografía, ya que serán más probables allí donde hay más relieve", explica Parodi.

Lo poco corrientes, en estas fechas, apunta, es, además de que el agua del mar esté tan caliente, que haya "descuelgues" de aire frío. "Tampoco es normal que no se hayan producido más frentes procedentes del Oeste, que es lo que suele ocurrir en esta época".