Los empresarios del Arco Mediterráneo se movilizarán en diciembre para reclamar la terminación del Eje que conectará Algeciras con la frontera francesa para el año 2025. La patronal valenciana ha convocado un acto de protesta en La Encina, el nudo ferroviario que enlaza el tráfico procedente de Valencia y Alicante con el de Albacete, al que podrían sumarse los empresarios murcianos.

Las organizaciones empresariales de las comunidades de Levante quieren dejar patente su hartazgo ante las continuas declaraciones de los responsables políticos, que llevan varios lustros vendiendo humo sin que realmente avancen las obras ni se resuelvan los problemas que plantean las conexiones ferroviarias previstas desde Perpiñán hasta Algeciras para que exista una doble plataforma diferenciada de viajeros y mercancías. La iniciativa, que cuenta con el respaldo de empresarios tan influyentes como el presidente de Mercadona, Juan Roig, se repetirá cada mes de diciembre hasta que la Alta Velocidad llegue a Almería pasando por Murcia, como mucho en 2018.

En la Región estaba previsto que el AVE llegara a Murcia en 2014 y continuara después su recorrido hasta Cartagena y Lorca, mientras que el Corredor Mediterráneo para mercancías debía conectar el Puerto de Cartagena en 2016. Sin embargo, cuando falta un mes para que termine este año, el nuevo ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, ha anunciado la llegada del AVE a la estación del Carmen de la capital a través de un vía provisional para finales de 2017. Sin embargo, los planes para el tráfico de mercancías siguen envueltos en una nebulosa.

La iniciativa empresarial trata de conseguir que el Corredor Mediterráneo, entendido como una doble plataforma para mercancías y viajeros en ancho internacional desde Algeciras a Perpiñán, sea una realidad en 2025 y que la Alta Velocidad entre la frontera francesa y Almería, a través de Barcelona, Valencia, Alicante y Murcia, esté operativa dentro de dos años.

El presidente de la CROEM, José María Albarracín, asegura que «hay una gran unidad entre todas las territoriales empresariales del Mediterráneo en torno al Corredor», y se muestra dispuesto a sumarse a la convocatoria, «porque la defensa del Eje no afecta solo a una comunidad o a dos, sino a todas las autonomías por las que pasa, desde Cataluña hasta Andalucía».

Los empresarios valencianos han tratado de dar un golpe de efecto, o si se prefiere un puñetazo sobre la mesa, enviando un mensaje claro al nuevo Gobierno, que el presidente de la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE), Vicente Boluda, resumía así: «Este es un proyecto que puede cambiar el devenir de todo un territorio, de toda una sociedad, y debemos volcarnos para que sea una realidad, apoyándolo e impulsándolo», declaró.

La patronal cuenta con el respaldo de los pesos pesados de la economía valenciana, incluido Juan Roig, de Mercadona, los exportadores y representantes de los sectores empresariales de las tres provincias valencianas, y ha lanzado un mensaje contundente emplazando a poner fechas y compromisos ciertos donde el Gobierno solo ofrece silencio o evasivas.

Los empresarios entienden que es «el momento de pasar de los dichos a los hechos», ante «el mensaje triunfalista vertido desde la política». Se han cansado de ver que la ejecución del Corredor Mediterráneo «no está avanzando ni al ritmo ni de acuerdo con el proyecto que fue aprobado desde la Unión Europea, con el que se comprometió el Gobierno de España y que demandamos desde los territorios del Mediterráneo español».

Además de movilizarse el próximo mes de diciembre en La Encina para dejar patente que no están dispuestos a seguir esperando sin hacer nada, a partir de marzo iniciarán una gira «por todas las cornisas» y las comunidades atravesadas por otros corredores explicando el porqué de sus reivindicaciones y la importancia que el Corredor Mediterráneo tiene para toda la economía española.

Destacan igualmente que hay obras urgentes sin las cuales es inviable el corredor. En la relación figura el «grave» problema del túnel bajo la A7 entre Castellbisbal y Martorell, en la provincia de Barcelona; el cuello de botella que supone la vía única entre Tarragona y el municipio tarraconense de Vandellós; la necesidad de dar solución con un túnel pasante que debe servir como alternativa al fondo del saco de la estación de Valencia, «que obliga a todos los trenes de pasajeros y mercancías a dar un extraordinario rodeo»; y la falta de ancho internacional entre Valencia-La Encina-Alicante, que ha de dar «continuidad a todo el Eje Mediterráneo».