«En la mayor parte de los casos, esto se resuelve en cuanto los alumnos ven que estás encima», comentaba ayer el director del centro a propósito de los casos de bullying.

Desde la consejería de Educación elogiaron el buen hacer del instituto y apuntaron que, en un principio, no se consideraría un asunto de acoso escolar -al haber tenido lugar las supuestas amenazas vía Internet y fuera del horario lectivo-, por lo que, de momento, y tras hablar con el director del centro de Alhama, no se han activado los protocolos previstos por el departamento que dirige Mª Isabel Sánchez-Mora.

No obstante, si la investigación sigue adelante, el caso puede acabar llegando a la Fiscalía de Menores, donde habrían de declarar las presuntas acosadoras. Un asunto de acoso escolar, apuntan desde el Ministerio Público, puede acabar -si se aplica la medida más dura- en el internamiento de las agresoras en un centro.

Otras veces, con un acto de conciliación se soluciona el problema. Eso sí, han de estar dispuestos tanto víctimas como agresores y sus padres, al tratarse de menores de edad.