Está al caer la primera crisis en el Gobierno de Pedro Antonio Sánchez, y afectará a dos consejerías: la de Educación y la de Presidencia. La remodelación podría haber quedado emplazada para las postrimerías del congreso regional del PP, circunstancia en que las piezas deben ser reubicadas, pero todo indica que los acontecimientos se precipitarán, pues los mentideros internos ya han detectado las intenciones, y parece complicado mantener al equipo con indicios de recelo o desconfianza. Tampoco parece que sea el momento oportuno la elaboración de los Presupuestos, y más cuando el Gobierno sigue estando en minoría, si bien cuenta con la complacencia de Ciudadanos para salvarlo de cualquier eventualidad, una vez que se ha consumado en la práctica el golpe interno en ese partido contra quien fuera su líder electoral, Miguel Sánchez. Pero las filtraciones en el entorno de San Esteban hacen apremiante resolver una situación que no podría mantenerse a sabiendas de que dos consejerías clave están en el alero: la de Educación y Universidades, y la de Presidencia. Las consejeras respectivas, María Isabel Sánchez-Mora y María Dolores Pagán van a salir del Gobierno más temprano que tarde. La remodelación quedará enmarcada en el revolutum de los cambios que se han de producir en la escala de la Administración central a consecuencia de la proclamación del nuevo Gobierno de Rajoy. Las destituciones y nombramientos en los organismos estatales servirán para cubrir el retoque paralelo en el Gobierno regional, de modo que la agenda de la nomenclatura del poder cambiará en una misma tacada, y el presidente aprovechará, de un lado, para acentuar su poder ante la inminencia del congreso del partido, y de otro, para reforzar su Gobierno en áreas que no han conseguido fortalecerse en el primer tramo de su gobernación.

Tal vez el problema resida en un equívoco: Sánchez-Mora y Pagán no son ´políticas´ en sentido estricto, y al no sentirse como tales, entendieron que sus respectivos papeles eran exclusivamente ´técnicos´; sin embargo, es imposible no hacer política desde Educación o Presidencia. Sobre Sánchez-Mora no hay duda acerca de su cualificación en la materia, pero pertenece a una escuela a la que le podría faltar flexibilidad en tiempos en que la Educación es una parte básica de la política autonómica con demasiados agentes en continuo movimiento, lo que exige una capacidad de adaptación extraordinaria. En cuanto a Pagán, es probable que no haya conseguido reciclarse a un espacio ajeno al de su formación y experiencia, que pertenecen al sector financiero, y además ha contado con pocos resortes políticos para entrenarse en su nuevo oficio, pues Presidencia ha quedado reducida en esta etapa a una función estrictamente administrativa.

En definitiva, son dos piezas que no parecen rodar a la velocidad y con la eficacia que exige el presidente del Gobierno, y en consecuencia serán reparadas antes de lo previsto, pues los tiempos en política se achican ante la concentración de acontecimientos.

Una vez que se han detectado las carencias parece complicado mantener intacta la actual composición del Gobierno hasta fechas preestablecidas, como la del congreso del partido. De modo que los cambios están al caer.