El filtro verde del Mar Menor que se ubicará en la desembocadura de la rambla del Albujón no estará totalmente operativo hasta dos años después de construirlo. Además, el humedal artificial sólo será efectivo en la eliminación del 70 por ciento de los nitratos que pasen por él.

Así lo manifestó ayer Joan García, biólogo y catedrático de Ingeniería Ambiental, que también forma parte del Grupo de Investigación GEMMA de la Universidad Politécnica de Catalunya-BarcelonaTech. García participó ayer en la jornada técnica ´Mar Menor: Presente y futuro´ organizada por el Colegio de Ingenieros de Canales y Puertos de Murcia.

El biólogo se ha encargado, junto con su equipo, del diseño del humedal marmenorense y explicó a esta Redacción que el proyecto inicial era captar la totalidad del caudal de la rambla, cifrado en unos 400 litros por segundo, y al final se ha hecho de unos 200 litros/segundo. Y de las 40 hectáreas previstas al principio se han quedado en 17 hectáreas.

García, que manifestó desconocer el porqué de esta reducción ya que técnicamente podría tratarse todo el caudal previsto en un principio, indicó que la puesta en marcha de un humedal artificial, su periodo de arranque, «puede llevarnos varios meses».

«En un año puede tener bastante cobertura y en dos años debería estar totalmente operativos», aseveró el biólogo, si bien añadió que puede comenzar a depurar al año de instalarse.

Aun así quiso dejar claro que, como toda obra de ingeniería, aunque ésta sea natural, para que funcione tiene que estar «bien cuidada y controlada».

Por lo que respecta al porcentaje de depuración de las plantas del humedal artificial del Albujón, García señaló que éste está diseñado para que le entren unos 80 miligramos/litro de Nitrato como Nitrógeno (NO3-N) y que salgan unos 15. Es decir, «la idea es eliminar un 70% del nitrato como mínimo; hasta ahí podemos llegar».

El ingeniero ambiental comentó que el problema del Mar Menor «es de una gran complejidad», creado durante muchos años y sin una única causa, pero que está perfectamente diagnosticado. «No se puede abordar sólo desde un punto de vista», advirtió.

El sistema de los filtros verdes, con algunas variaciones, se ha utilizado incluso para depurar aguas residuales, «con mucho éxito». De hecho, los últimos datos que baraja el biólogo las cifra en 80 instalaciones en España en el año 2007. Y humedales artificiales de gran extensión, parecidos al que se instalará en la rambla, los hay en el Delta del Ebro, en la Albufera de Valencia y en Ampurias (Girona), que es de 1998.

«Es una tecnología que está muy desarrollada y que se utiliza ampliamente en el mundo», concluyó Joan García.

«Estable en su fase crítica»

Otro de los participantes en la jornada de ayer fue el catedrático de Ecología de la Universidad de Murcia (UMU), Ángel Pérez Ruzafa, quien dejó claro que «el Mar Menor lleva mucho tiempo cerca del punto del no retorno y tal vez incluso se haya llegado, y cuando se dice que está estable, quiere decir que está estable en su fase crítica».

El ecólogo y portavoz del Comité de Expertos del Mar Menor de la consejería de Agua, Agricultura y Medio Ambiente, apuntó que «será esencial» lo que pase esta primavera para ver cómo llega al verano la laguna.

Recordó que este espacio natural lleva 20 años sufriendo agresiones, pese a que desde los años 90 ya se había descrito toda su problemática, y se preguntó ¿cuántos problemas nos habríamos ahorrado si se hubiera trabajado con conocimiento?

Desde la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS), su secretario general, el ingeniero de caminos José Mª Bernabé, se refirió en una parte de su ponencia al que, en su opinión, es uno de los grandes problemas del mar Menor: la colmatación por los sedimentos que recibe de las ramblas, que son tanto de estériles procedentes de los enclaves mineros -que le llegan de las ramblas de El Beal y Ponce-, como de los que arrastra la del Albujón.

Asimismo, indicó que hay presencia de nitratos en los acuíferos, tanto en el más superficial, como es el Cuaternario, como en el segundo, el Plioceno, y que éstos proceden tanto de las prácticas agrícolas como de las depuradoras de aguas residuales de lagunaje que hubo en la zona.