El turismo regional, que está cerrando una temporada récord coronada con datos históricos hasta el mes de agosto, se enfrenta a un nuevo quebradero de cabeza. Su principal mercado emisor de turistas, el británico, que aporta casi la mitad de los visitantes extranjeros que llegan a la Región, puede tener que pagar una tasa de entrada de unos 12,5 euros a partir del momento en que se consume el Brexit.

La consejería de Desarrollo Económico, Turismo y Empleo calcula que en 2016 pasarán por la Región unos 420.000 visitantes procedentes de Reino Unido. El impacto que la desconexión puede tener cuando Londres y Bruselas pacten las condiciones de la ruptura es una incógnita.

Los turistas británicos son además los primeros usuarios del aeropuerto de San Javier. Durante la campaña de invierno que ahora comienza el aeropuerto dispondrá de siete rutas aéreas con Reino Unido, de las once que estarán en funcionamiento.

La Unión Europea está preparando un nuevo sistema de autorización e información de viaje, conocido como Etias, como respuesta a la necesidad de mejorar la seguridad tras la oleada de atentados terroristas en Francia o Bélgica. Y el modelo en el que se está basando Bruselas, según citaba el diario The Guardian, es el que aplica Estados Unidos para los países que no requieren visado para hacer turismo.

¿Qué significa esto? Que cualquier viajero de fuera de la zona schengen de libre circulación europea (y eso incluirá a los británicos tras el «brexit») tendrá que rellenar un formulario on line y pagar una tasa de entrada, que en el caso de Estados Unidos es de 14 dólares, unos 12,5 euros.

Hasta el momento, como europeos aunque no integrados en la zona schengen, los británicos deben mostrar un pasaporte para entrar en países como España, pero luego ya gozan de libertad de movimiento. Los nuevos planes de la CE para reforzar la seguridad europea, que se esperan para finales de este año, se solapan además con el proceso del «brexit». Londres y Bruselas deben iniciar próximamente las negociaciones para regular las relaciones entre ambos territorios. Tras la entrada en vigor del Brexit, la aplicación de esta tasa puede convertirse en un condicionante más a la hora de que los británicos elijan su lugar de destino.

El Gobierno regional y la patronal Hostemur muestran cautela ante los planes de Bruselas. El consejero de Desarrollo Económico, Turismo y Empleo, Juan Hernández, mantiene desde antes del referéndum en el que se decidió el Brexit que el impacto de la desconexión va a depender de las relaciones que Londres y Bruselas acuerden en la negociación que se iniciará en los próximos meses. Aunque cada vez parece más lejana la posibilidad de que la Unión Europea establezca con Reino Unido una relación de libre intercambio similar a la que tiene con Noruega, dada la dureza que muestran los conservadores británicos, el camino aún está por andar.

La presidenta de Hostemur, Soledad Díaz, recordó que también Baleares y la ciudad de Barcelona tienen establecidas tasas turísticas que inicialmente se consideraron contraproducentes para el turismo, pero que en la práctica no han tenido ningún efecto. «En Baleares están sobrados de turistas y no hay problema. No se ha notado», indicó.