Claudia puede no haber venido con un pan debajo del brazo, pero lo ha hecho en un Porsche Cayenne. La recién nacida decidió darles el susto del siglo a sus jóvenes padres, Pedro López y Corazón Méndez, vecinos de Fortuna, y en apenas 15 minutos tras romper aguas, estaba asomando la cabeza cuando su padre conducía por la autovía A-7, en el punto kilométrico 139, poco antes de la salida de Espinardo. Iba de camino al hospital Virgen de la Arrixaca.

«Fue todo muy rápido; rompió aguas y enseguida, en plena autovía, mi mujer me dijo que parara, que le veía la cabeza», explica el marido, Pedro López. «Tuve que aparcar los nervios, y ponerme manos a la obra. Estábamos los dos solos y ayudé a la niña a salir».

Una experiencia, que no le gustaría repetir, aunque «ya estamos preparados para todo».

La joven pareja tiene otra niña de 8 años, Corazón, que ajena a todo el trasiego de sus padres, está encantada con su hermanita pequeña, con la que posa en las fotos. «Ya tiene un nuevo juguete», comenta su padre, y añade que con la primera todo fue más fácil y llegó a este mundo sin tanto ajetreo.

Tanto la madre -que en todo momento se mostró muy tranquila, «más que yo», según su marido- como la recién nacida, que pesó 2,870 kilos, se encuentran en perfecto estado.

Ayer por la mañana descansaban las dos en planta, acompañadas de la hermana mayor y del padre y sin dejar de contestar al teléfono.

La llamada, a las 2.58 horas

Pedro llamó al 1-1-2 cuando la niña ya estaba en este mundo, y los primeros en llegar fueron los agentes de la Guardia Civil. La llamada se produjo a las 2.58 horas y preguntó qué podía hacer a partir de ese momento. El enfermero de guardia en el Centro Coordinador dio indicaciones telefónicas al tiempo que se movilizó una Unidad Móvil de Emergencias del Servicio Murciano de Salud.

El personal sanitario de la UME atendió a la madre y a la recién nacida e informó de que se había tratado de un parto normal. Después fueron trasladadas al hospital.

Tras el susto, la felicidad plena y la seguridad de que tanto Claudia como toda la familia, tendrá una historia curiosa que contar.

Y, en el relato no faltará la alusión al coche que la trasladaba al hospital: Un Porsche Cayenne. El padre ríe cuando se hace alusión a este detalle: «Lo cierto es que parece que le gustaba más estar en el Porsche que en la cama del hospital...».