El jurado popular declaró ayer culpables a Juan Cuenca y Valentin Ion de haber dado muerte intencionadamente a Lodwijk Severin e Ingrid Visser, la pareja holandesa asesinada en mayo de 2013 en una casa rural de Molina de Segura y cuyos cuerpos aparecieron descuartizados y enterrados en un huerto de Murcia.

Tras más de un día de deliberación, el jurado popular que ha juzgado estos hechos desde finales del pasado mes de septiembre en la Audiencia Provincial de Murcia declaró que Ion y Cuenca son culpables, mientras que Constantin Stan solamente fue declarado culpable de ocultar los cadáveres y Serafín de Alba fue declarado inocente de haber facilitado el ocultamiento de los cadáveres de Visser y Severin.

En concreto, el jurado declaró que Cuenca e Ion son culpables de haber dado muerte intencionadamente a Visser y Severein «anulando en la ejecución de la muerte las posibilidades de defensa por lo rápido e inesperado del ataque, los objetos utilizados para golpearlo, el número de atacantes y lo aislado del lugar en el que se produjo». Cuenca habría pagado por ello e Ion lo habría recibido a cambio el dinero.

El jurado declaró a Stan no culpable de haber dado muerte intencionadamente a la pareja, pero sí culpable de haber facilitado el ocultamiento de los cadáveres, «sabiendo que a esas personas se les había dado muerte intencionadamente», todo ello para «eliminar pruebas de los delitos y evitar que se descubriera a los autores». De hecho, el magistrado presidente del jurado, Enrique Domínguez, ordenó que se le quitaran los grilletes a Stan al acabar la lectura del veredicto, quien quedó en libertad, aunque fue conducido posteriormente a prisión con el fin de realizar los trámites oportunos.

El jurado consideró que concurren para los cuatro acusados la atenuante de dilaciones indebidas por retrasos anormales con una duración «totalmente injustificada y muy superior a lo que sería un retraso puntual», al entender que la causa se alargó más de un año. En cambio, el jurado valoró las agravantes de precio y la alevosía para Cuenca e Ion, y no tuvo en cuenta la atenuante de reconocimiento de los hechos para ninguno de los dos, al considerar que no fueron «veraces plenamente». En el caso de Stan, entiende que su testimonio «no fue eficaz», por lo que tampoco procede aplicarle la atenuante de reconocimiento.

Cuenca contrató a Ion

Respecto a Cuenca, el jurado declaró probados los hechos porque el propio acusado reconoció en la vista oral haber decidido dar muerte a Visser y Severin. Además, tuvo en cuenta los encargos que hizo a la testigo M.R. para que reservara la casa rural y que fuera a recoger a las víctimas, lo que «acredita que sabía que la pareja de holandeses venían a Murcia». Además, declaró probado que Cuenca contrató los servicios de Ion basándose en su propio testimonio y la multitud de llamadas que compartieron, además del dinero que hubo de por medio, «toda vez que queda acreditado el giro postal de 1.200 euros» entre ambos.

Con respecto a Ion, el jurado consideró que es culpable por su propia confesión durante el acto de vista oral, que fue corroborada por Cuenca y contrastada con las llamadas telefónicas y SMS que obran en la causa.

En el caso de Stan, el jurado también tomó en consideración la propia declaración del imputado, que «no ha quedado desvirtuada por las demás declaraciones testificales y periciales». En definitiva, estima que «no existe ninguna prueba directa ni indicios suficientes» para declarar su culpabilidad.

El jurado entendió probado que Stan «se mantuvo en la planta superior y que, tras encontrar a las víctimas decidió ayudar en el descuartizamiento, transporte y enterramiento de los cuerpos, así como a la limpieza exhaustiva de la casa rural».

Sobre De Alba, el jurado considera que «no existe ninguna prueba directa ni indicio suficiente» para demostrar su culpabilidad.

Solicitan 5 meses de cárcel para Stan

La fiscal rebajó la pena que solicitaba inicialmente de 50 años de cárcel para cada uno de los asesinos y pidió finalmente para Ion y Cuenca la pena de 17 años de prisión por cada uno de los delitos de asesinato. Es decir, en total, pide 34 años de cárcel para cada uno de ellos. En cuanto a Stan, el Ministerio Público pidió una pena de cinco meses de prisión por el delito de encubrimiento, a lo que habría que sumar las accesorias y costas.