Los notarios están percibiendo un enfiamiento en la firma de hipotecas y en las inversiones empresariales durante la segunda mitad del año, según manifestó ayer el decano del Colegio Notarial de Murcia, Pedro Martínez Pertusa, que asocia la atonía de la economía murciana con la incertidumbre política que ha originado la falta de Gobierno. El diagnóstico de estos fedatarios públicos coincide con las estimaciones de la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas), que augura una desaceleración del crecimiento económico de las comunidades autónomas en 2017. Este enfriamiento reduciría el crecimiento del PIB regional del año próximo al 1,9%, cuatro décimas por debajo de la media nacional (2,3%), aunque en 2016 se alcanzaría el 3%.

Pedro Martínez Pertusa, que ayer ejerció de anfitrión durante la jornada de puertas abiertas que celebró el Colegio de Murcia, explicó que la actividad de las notarías es un termómetro que mide de forma directa la marcha de la economía y las expectativas de las empresas. Su opinión es que desde el mes de julio se está produciendo un parón en la firma de hipotecas y en la inversión, debido a la incertidumbre política existente hasta ahora, que «no aconsejaba ningún tipo de alegría en la inversión».

No obstante, el decano reconoce que ha seguido habiendo «confianza en que el país funcionaba sin gobernante, pero no alegría. Hay cierta sensación de provisionalidad», apuntó. Su impresión es que las cosas pueden cambiar cuando haya nuevo Gobierno: «En el momento en que haya una situación más estable el dinero cogerá confianza».

El decano se refirió a las fluctuaciones que se han producido en la firma de hipotecas, con altibajos y oscilaciones continuas en los últimos meses, que se reflejaría en el 5,2% de descenso en la venta de viviendas del mes de agosto. Esto demostraría que «las alzas de meses anteriores eran poco consistentes».

Martínez Pertusa destacó «tampoco hay obra pública» ni nuevas licitaciones, lo que también impide que las empresas contraten personal. «Lo que se está ejecutando son retazos de obras anteriores», precisó.

Según las previsiones de Funcas, la economía de la Región crecerá en 2016 un 3%, apoyada en la industria y los servicios, mientras que la construcción registrará uno de los peores datos de todas las comunidades autónomas. El empeoramiento de todos los sectores el próximo año dejará el crecimiento del PIB en el 1,9%.

La desaceleración se deberá, según avanzó el director de Coyuntura y Estadística de la entidad, Raymond Torres, a factores externos, como la debilitación del comercio internacional, el posible fin de las medidas de estímulo monetario del Banco Central Europeo y la conclusión del llamado «ciclo electoral», que producirá «ajustes» en el consumo y el gasto públicos y un previsible «endurecimiento» de la política fiscal.

Los desafíos a los que se enfrentan las comunidades autónomas, a la vista de las previsiones de Funcas, se centran principalmente en el paro, el principal problema económico del país que, aunque se está reduciendo «de manera notable», también muestra importantes diferencias entre comunidades.

Los responsables de Funcas aconsejan dirigir la inversión pública hacia las regiones más desfavorecidas, pero dotándola de eficiencia para que contribuya realmente al desarrollo, y dirigir la emigración hacia las comunidades con una expansión más dinámica, aunque en contrapartida eso supone la despoblación de las comunidades más desfavorecidas.

El empleo aumentará un 4,5% este año en la Región y un 1,5% el próximo, lo que unido al notable descenso esperado de la población activa dará lugar a una caída de la tasa de paro desde el 24,6% de 2015 hasta el 20,5% . La previsión para 2017 es alcanzar el 18,7%.