Hoy es el turno para conocer cómo murieron Ingrid Visser y Ludewijk Severin, la pareja holandesa desaparecida en 2013 en Murcia y cuyos cuerpos se encontraron dos semanas después descuartizados y enterrados en cal viva.

Así, el magistrado presidente del tribunal del Jurado Popular, Enrique Domínguez, ordenó para hoy que se practique la prueba pericial, en la que los forenses tendrán que explicar a los miembros del Jurado las causas por las que la pareja falleció.

En principio, está prevista que la prueba concluya mañana, por lo que se estima que la vista oral concluya con las conclusiones e informes de los abogados y el Ministerio Fiscal para, finalmente, entregar el juez el objeto del veredicto a los miembros del Jurado, previsiblemente el miércoles, para que deliberen.

Hasta ahora, en el juicio, que comenzó el 28 de septiembre en la Ciudad de la Justicia de Murcia, han declarado, además de policías, testigos y familias y miembros de la Científica, los procesados.

En primer lugar lo hizo Juan Cuenca, considerado el presunto 'cerebro' de este doble crimen y que en su declaración ante el juez se desdijo de lo que había mantenido en un principio, que fue Danko quien mató a la pareja, y reconoció que había contratado a dos rumanos como sicarios para acabar con la vida de las víctimas. Declinó contestar a las preguntas de la acusación particular y algunas de la fiscal.

Por su parte, el rumano Constantin Stan asegura que él no dio muerte a la pareja, ya que se encontraba en la planta superior durmiendo como consecuencia del alcohol que había ingerido horas antes. Mientras que Valentin Ion admitió que dio muerte a la pareja porque «surgió». Otra de las sorpresas del juicio fue cuando Cuenca señaló directamente a Serafín de Alba, el cuarto acusado y propietario de la finca donde se hallaron los cadáveres; así como a M.R.V., testigo principal del caso.

En el caso de De Alba, Cuenca aseguró que lo llamó para avisarle de que iban a enterrar allí los cuerpos, por lo que sabía lo que había pasado; mientras que en el caso de Vázquez, que fue la persona que hizo las gestiones para alquilar la casa rural en Molina de Segura donde se cometió este doble crimen, dijo que «estaba informada de todo lo que podría pasar y se le explicó en todo momento, pero ha querido salvarse de todo y esquivar su participación en los hechos».

Sin embargo, cuando llegó el turno de declarar a Del Alba, éste manifestó que Cuenca «jamás» le dijo que había matado a nadie y que se enteró de que su finca se había usado para sepultar los cuerpos cuando la Policía los exhumó, el 26 de mayo de 2013.

Cuenca facilitó las descripciones

Por su parte, la testigo principal del caso reconoció que Cuenca le facilitó las características de los dos integrantes de la pareja de holandeses para que pudiera identificarlos cuando los recogió con su coche y los trasladó hasta la casa rural en la que tuvieron lugar los asesinatos.

Los policías también pusieron de manifiesto que la casa donde ocurrió este doble asesinato se limpió a conciencia, ya que, a simple vista, estaba todo limpio y ordenado y no fue hasta aplicar el luminol, una técnica que se utiliza para detectar trazas de sangre en las escenas del crimen, cuando observaron las pequeñas manchas de sangre en las partes inferiores del mobiliario de la vivienda.

Mientras que De Alba y Stan no reconocen los hechos que se le imputan, un presunto delito de encubrimiento al primero y al segundo un doble delito de asesinato, Cuenca e Ion lo han admitido, por lo que se prevé que la fiscal modifique sus conclusiones y rebaja la pena de prisión.