Aguas de Murcia continúa dando pasos en su estrategia de conseguir un entorno natural mucho más saludable, no sólo para las generaciones actuales, también para las venideras. Para ello, la empresa ha conseguido reducir la huella de carbono un 10% .

La huella de carbono es una metodología de evaluación de carácter voluntario, que permite determinar y comunicar el efecto de los productos, servicios y organizaciones en el cambio climático. Así en el año 2015, la empresa municipal ha vuelto a realizar el cálculo de las emisiones de efecto invernadero generadas en el desempeño de su actividad, identificando aquellas áreas y fuentes que son más intensivas en emisiones y trabajar en su reducción de una forma más efectiva.

El resultado del estudio de la huella de carbono indica un impacto en el año 2015 de 2.431 tCO2eq. (Toneladas de C02 equivalente), lo que supone un descenso del 10% con respecto a las registradas en 2014.

Esta importante reducción es gracias principalmente a los esfuerzos realizados en la implantación de medidas de eficiencia energética, a la puesta en práctica del compromiso adquirido en 2012 de comprar electricidad con Garantía de Origen Renovable y al incremento de la producción y el autoconsumo de electricidad procedente de fuentes renovables. La efectividad de todas estas iniciativas es evidente y ha supuesto dejar de emitir 273 toneladas de CO2 a la atmósfera, lo que equivaldría a realizar una plantación de más de 7.000 unidades de pinos carrascos y mantenerlos por un periodo de al menos 25 años.

El cálculo y el informe han sido verificados por una entidad acreditada que garantiza que se ha realizado de acuerdo con los alcances, objetivos y criterios de la norma UNE EN ISO 14064, y que ha comprobado la evolución del Plan de Mejora planteado para 2015.