La Asociación de Naturalistas del Sureste (ANSE) ha informado a la Fiscalía de Medio Ambiente del nuevo vertido, y el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil ha realizado una inspección esta mañana constatando la denuncia de la asociación.

El caudal procedente de desalobradoras y drenajes aporta ya un vertido continuo al Mar Menor, que ha ido en aumento progresivo durante los últimos días, superando y desbordando ya claramente el pequeño dique construido a finales de verano por la Comunidad Autónoma poco antes de la desembocadura de la rambla del Albujón, para canalizar las aguas que llegaban al Mar Menor hacia la estación de bombeo situada en la margen izquierda de la rambla, y cuyos vertidos también fueron denunciados por ANSE hace pocas semanas.

La asociación recuerda que ya advirtió que la solución del problema de las salmueras y los nitratos no se podría lograr tan rápidamente cortando y destruyendo la red de salmueroductos del Campo de Cartagena, ya que "no hay agua suficiente para regar los cultivos legales y los ilegales que han proliferado en la gran planicie litoral que rodea al Mar Menor" tras varias décadas de "pésima gestión" por las administraciones competentes.

ANSE ha insistido en diversos documentos presentados ante la Comunidad Autónoma sobre la necesidad de actuar en origen, controlando los regadíos ilegales, modificando las prácticas agrícolas, y desarrollando diversas acciones de manejo destinadas a la reducción de los aportes de nitratos, algunas de las cuales fueron acordadas el día de ayer en la Asamblea Regional a propuesta del Grupo Podemos.

Durante las dos últimas semanas ANSE ha acompañado al Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil para mostrarle otros puntos de llegada de aguas superficiales al Mar Menor, con el objetivo de que sea investigada su composición y origen y se evite su llegada a la laguna, al menos sin una depuración previa.

Según afirman los naturalistas, "la llegada de las aguas no está relacionada con ningún episodio de lluvias, que de producirse de forma torrencial arrastrará muy probablemente grandes cantidades de sedimentos y nitratos al Mar Menor, como viene ocurriendo durante las últimas décadas".

ANSE lamenta que, mientras la Consejería de Fomento y el ayuntamiento de San Javier anuncian inversiones de 15 millones de euros para construir nuevas infraestructuras que contribuirán a un mayor deterioro de la costa de La Manga, muchas actuaciones imprescindibles en el origen del problema de la contaminación agrícola están pendientes de aplicación, centrando todas las miradas en esta actividad y evitando abordar otros problemas igualmente graves como la presión urbanística y la falta de control de la actividad náutica entre otras.