El 73% de los murcianos afirma notar cansancio al comenzar el otoño, según una encuesta del Centro de Investigación sobre Fitoterapia (INFITO) en esta región. El descenso de las temperaturas y del número de horas de luz, "suelen acompañarse de cambios en el estado de ánimo, apatía, tristeza, insomnio e irritabilidad o incluso cambios físicos como dolor de estómago, falta de apetito o de atención", según el doctor Miguel Martín Almendros, miembro de la junta directiva de INFITO y coordinador del Grupo de Trabajo de Fitoterapia de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN).

Para combatir este trastorno, se recomienda el seguimiento de una dieta equilibrada, la práctica de ejercicio físico y la toma de preparados farmacéuticos multivitamínicos de origen vegetal.

La encuesta de INFITO también revela que a seis de cada diez murcianos se sienten tristes y menos activos en esta época y que además a siete de cada diez les cuesta volver a la rutina tras las vacaciones. "Esto es debido a que hay una menor producción de serotonina, que es un neurotransmisor conocido como la hormona de la felicidad, por lo que su déficit aumenta la irritabilidad. También hay una mayor producción de melatonina, ya que nuestros ritmos circadianos cambian y empiezan a producirla antes, cuando anochece para contribuir a la relajación del organismo", recalca el doctor Martín Almendros.

Entre las recomendaciones para hacer frente a estos cambios se incluyen, "seguir unos horarios estables, realizar las cinco comidas diarias, dormir a horas fijas y lo que necesite cada persona. Además, se debe realizar alguna actividad física aeróbica no extenuante durante 30 o 45 minutos al día como bailar, pasear, caminar o nadar. También hay que aprovechar las horas de luz para estar al aire libre y producir vitamina D y es suplementar con vitaminas en los casos necesarios", explica.

Lo más importante es seguir una dieta equilibrada pues aportará las vitaminas y minerales necesarios para el buen funcionamiento del organismo. "Las frutas y las verduras son alimentos con gran aporte de vitaminas, minerales y antioxidantes. Conviene comerlos crudos para evitar su pérdida durante la cocción. En otoño encontramos en el mercado verduras como las coles, ricas en potasio y vitaminas del grupo B, o la calabaza, que tiene betacarotenos y aporta vitamina A y C. Además, las frutas de otoño como las granadas o las manzanas son más densas y contienen más azúcares que las frutas de verano. El membrillo es rico en fibra soluble (pectina). Es también la época de los cítricos, que aportan vitamina C, y las frambuesas y moras, potentes antioxidantes", explica Rosa García Alcón, asesora nutricional de INFITO.

VITAMINAS VEGETALES

Las vitaminas "son muy importantes para reconstituir el organismo y para aprovechar los elementos energéticos que obtenemos a través de la alimentación, funcionan como coenzimas y nos permiten aprovechar todo lo que comemos", comenta el doctor Martín Almendros.

Según la encuesta de INFITO, cuatro de cada diez murcianos toman vitaminas para hacer frente al cansancio y más de la mitad prefiere que sean de origen vegetal. "Los complejos vitamínicos de origen vegetal aportan vitaminas, polifenoles y los ácidos orgánicos necesarios para el organismo por lo que pueden resultar útiles para hacer frente al cambio de estación", señala Elena Mateo, consultora de INFITO en Murcia.

"La vitamina de origen vegetal es muy biodisponible, se aprovechan todos los elementos esenciales de la planta. En cambio los complejos sintéticos tienen compuestos químicos que en un principio no estaban destinados al consumo humano", indica esta especialista.