Los funcionarios del Cuerpo Nacional de Policía que transcribieron las conversaciones telefónicas mantenidas por los acusados por el asesinato de la jugadora holandesa de voleibol y de su pareja, Lodewijk Severein, ratificaron el contenido de las mismas en esta nueva sesión del juicio iniciado el pasado 28 de septiembre.

Durante el interrogatorio, los agentes recordaron esas conversaciones, que fueron registradas en los días previos, coetáneos y posteriores al doble crimen.

Esas conversaciones fueron registradas por los funcionarios policiales, al estar intervenidos los teléfonos móviles de los acusados, Juan Cuenca, gerente del club de voleibol donde jugó Visser, los rumanos Valentín Ion y Constantin Stan y Serafín de Alba, propietario del huerto donde fueron enterrados los cadáveres desmembrados de la pareja.

En algunas de esas conversaciones, cruzadas días después de los crímenes, los rumanos se quejan de que Cuenca no les paga lo que les debe, lo que la fiscal del caso y la acusación particular interpretan que se refieren a lo que aquel les debe por la autoría de los asesinatos. En unos de esos diálogos, los dos ciudadanos rumanos se quejan de que Juan Cuenca no respondía a sus llamadas, cosa que entonces era imposible porque en los momentos en que hablaban ya había sido detenido como presunto participante en los asesinatos.

Uno de los agentes confirmó que escuchó una llamada en la que Ion llama a Stan y le pide que le consiga dinero, aunque sea mediante la comisión de un robo. La vista oral continuará el martes.