La Guardia Civil, en el marco de la operación ´TITO LIVIO´, ha desarticulado una organización criminal, asentada en Almería, Murcia, Málaga y Cádiz, y dedicada a la introducción a gran escala de hachís desde el norte de África a Europa. Han sido detenidos los trece integrantes de la trama, a los que se les atribuye la presunta autoría de delito de tráfico de drogas y pertenencia a organización criminal, y se han incautado más de cuatro toneladas de hachís y sus medios logísticos.

La operación se inició en septiembre del pasado año, cuando el Servicio Marítimo de la Benemérita interceptó una embarcación cargada con 1.200 kilos de Hachís frente a las costas de Cabo de Palos (Murcia).

Tras hacerse cargo de la investigación, guardias civiles especializados en este tipo de modalidad criminal descubrieron que en este transporte de drogas habrían participado al menos cinco personas, todas procedentes de Almería. Además, las indagaciones condujeron a los agentes hasta unas naves alquiladas en un polígono industrial, donde se descubrieron otras dos embarcaciones de recreo dispuestas para llevar a cabo otros tantos alijos, así como información sobre una gran organización, con una considerable capacidad económica, capaz de asumir los costes de importantes y frecuentes operaciones de introducción de hachís.

Conforme se iba recabando información, los agentes dirigieron sus actuaciones hasta la provincia de Almería, donde se encontraba el ´cuartel general´ de la organización ahora desmantelada y la persona que la dirigía, entre otros.

Tras la interceptación del alijo por mar, la organización varió radicalmente sus pautas de actuación, pasando a organizar sus transportes de droga por carretera a través de las estructuras y medios con los que contaba el jefe del clan, unas empresas de transportes con varios años de antigüedad y que no levantaban sospechas a simple vista.

Estructura organizada y jerarquizada

Para desarrollar la actividad delictiva, el líder de la trama se apoyó en un antiguo empleado, conocedor del mundo del transporte, así como de tres personas, procedentes de la República Dominicana, que participaban en los hechos de manera activa y en varias facetas, proporcionando seguridad a los transportes de droga, en su preparación y desplazamientos, además de hacer la veces de guardaespaldas para el líder de la red, cuando iba a cerrar sus negocios o incluso para el transporte de dinero procedente de las ganancias de su ilícita actividad.

Su estructura económica les proporcionaba una gran movilidad. Habían alquilado varias naves industriales en Los Barrios (Cádiz) y en Huércal de Almería (Almería), a modo de ´guardería´, donde ocultaban temporalmente la droga y la preparaban para camuflarla entre mercancía de licito comercio para distribuirla.

La investigación ha puesto de manifiesto la pericia y prudencia con la que llevaban a cabo su actividad delictiva. El jefe de la red se desplazaba hasta el norte de África y localidades gaditanas para cerrar los tratos de adquisición del hachís, contando con un permanente servicio de contravigilancia prestado por los oriundos de República Dominicana integrados en la red criminal.

Tras una férrea vigilancia, los guardias civiles obtuvieron datos precisos de su próximo transporte de droga, por lo que se estableció un amplio dispositivo en Cádiz y Almería, que finalmente posibilitó interceptar un camión de la empresa del líder con más de 2.000 kilos de hachís, así como otros 800 kilos que se encontraban ocultos en la nave de Huércal de Almería (Almería), procedentes de envíos anteriores.

Tras la interceptación del camión con la droga, oculta junto con mercancía de legal comercio, la Guardia Civil ha localizado y detenido a los restantes integrantes de la trama, un total de ocho personas entre las que se encuentran el líder de la organización y su esposa, que le auxiliaba en el control y desarrollo de las operaciones, que junto con los cinco arrestados en la primera fase integraban la organización criminal desmantelada.

En las ocho entradas y registros efectuados -cuatro en la primera fase y otros cuatro en la segunda- se han incautado de 4.300 kilogramos de hachís, tres embarcaciones utilizadas para alijar y 2.000 litros de combustible para éstas últimas, un tractocamión con semirremolque, una furgoneta, un todo terreno de gama alta, cuatro turismos, una motocicleta, dinero en efectivo, modernos dispositivos de comunicación y documentación relacionada con el tráfico de drogas.

De la investigación realizada se desprende que la organización criminal desmantelada desarrollaba una elevada actividad relacionada con el tráfico de drogas y su fin era introducir grandes cantidades de hachís desde el norte de África para distribuirlo tanto por distintas provincias del país como en otros países europeos.

Los detenidos -12 hombres y una mujer, de nacionalidad española (10) y dominicana (3), con edades comprendidas entre los 27 y los 64 años, y residentes en Almería, Vícar (AL) y Níjar (AL), Roquetas de Mar (AL) y Caravaca de la Cruz (MU)-, la droga y el resto de efectos incautados, y las diligencias instruidas han sido puestos a disposición del Juzgado de Instrucción número 3 de Cartagena (Murcia), que ha ejercido la dirección judicial de la operación y que ha ordenado el ingreso en prisión provisional de ocho de los arrestados.

La investigación ha sido desarrollada por el Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga (EDOA) de la Unidad Orgánica de Policía Judicial (UOPJ) de la Guardia Civil de Murcia que, durante la fase de explotación, ha contado con la colaboración de agentes de Seguridad Ciudadana de Algeciras y Los Barrios (CA), Sector de Tráfico, Policía Judicial y Servicio Fiscal de la Comandancia de Almería, así como de la Unidad Central Operativa.