El portavoz de Ciudadanos en la Asamblea, Miguel Sánchez, dijo ayer en rueda de prensa que no desea, por el bien de la Región, que el presidente autonómico sea imputado, pero que, tras hablar con él de este tema, han coincidido que si esto ocurriera se tendría que ir «y nadie le tendría que enseñar la puerta».

Miguel Sánchez se entrevistó ayer con Pedro Antonio Sánchez para tratar sobre los cinco pactos que en julio pasado el presidente desveló en el Debate del Estado de la Región, y durante dos minutos ambos hablaron del citado tema judicial, y en el hipotético caso de que fuera imputado «por corrupción política él ha dicho que nadie le tiene que enseñar la puerta. Se tendría que marchar», advirtió el portavoz de C's.

«Tenemos claro que él sabe lo que tiene que hacer; que es marcharse», reiteró.

Por otro lado, y en cuanto a los citados pactos parlamentarios, ambos acordaron que el Ejecutivo y C's, de forma bilateral, comiencen a abordar los dos más importantes; el del agua, y el de infraestructuras y, posteriormente, el resto; de Educación, de Sanidad, y de Violencia de Género.

C's puso también sobre la mesa el pacto del Mar Menor, a lo que la portavoz del gobierno, Noelia Arroyo, matizó que hasta el momento se está definiendo el enfoque hacia el Mar Menor como una Estrategia en la que el gobierno tiene la intención de recabar todas las aportaciones de los grupos parlamentarios.

En el encuentro se trató también sobre los presupuestos autonómicos de 2017, para lo que Ciudadanos recordó que existen enmiendas pendientes que fueron introducidas por su formación en los anteriores presupuestos y que están vigentes para los del año próximo porque no se han cumplido, y dijo que hay «predisposición» por parte del Gobierno.

Además se abordó el pacto de investidura que Ciudadanos mantiene con el Gobierno autonómico, y se acordó una reunión para tratar su seguimiento trimestralmente a partir del encuentro que ambos mantendrá a final de este mes de octubre.

La rebaja del impuesto de sucesiones y donaciones fue otra de las exigencias planteadas por C's, y la rebaja del IRPF en su tramo autonómico, así como la reforma del estatuto de autonomía para contemplar la eliminación de la figura del aforado.

Preguntado por la nota que pondría a la relación con el gobierno en este último año, Sánchez dijo que «un aprobado, entre 4,5 y 5», y explicó que se ha vivido un año «duro y difícil en el que ha habido bastantes desencuentros. Hoy (por ayer) se han puesto las cartas encima de la mesa».