La economía murciana ha recuperado un ritmo de crecimiento galopante que puede alcanzar este año el 3,4%, según las previsiones del BBVA. Aunque el paro ha repuntado en los dos últimos meses, la Seguridad Social tiene casi 20.000 afiliados más que hace un año y 10.500 personas han salido del paro, mientras que los precios de los carburantes y la baja inflación están ayudando a recuperar el consumo, pero los economistas y empresarios consultados por LA OPINIÓN no acaban de ver claro el final de la crisis.

Pese a la mejora de la economía, los ocho años de erosión que han sufrido el mercado laboral y las empresas impiden contemplar los nubarrones que proyecta la economía global sin un cierto desasosiego. En lo que todos coinciden es en que nada volverá a ser como era antes de 2008.

Para la decana de la Facultad de Economía de la UMU, Pilar Montaner, decir «si hemos salido de la crisis económica no es sencillo». Recuerda que «el PIB tiene signo positivo desde el último trimestre de 2013, creciendo en algunos períodos por encima de la media europea. Si nos centramos en el mercado laboral, la mejoría respecto al paro también se hace patente, aunque existe todavía una tasa de desempleados muy amplia y nos encontramos aún en una situación complicada».

Aunque las previsiones son buenas y apuntan a que «el consumo privado podría impulsar el nivel de actividad económica a cotas cercanas a las existentes antes de la crisis», la decana considera que «este despegue económico tiene muchas amenazas y falta un largo camino por recorrer. Desde este punto de vista, puede decirse que no todos han notado del mismo modo el inicio de la recuperación. Subsisten riesgos notables que implican la necesidad de corregir todavía muchos problemas estructurales, además de otros factores de tipo político e institucional».

Más optimista es el vicedecano de Administración de Empresas de la Facultad de Ciencias Jurídicas de la Empresa de la UCAM, Gonzalo Wandosell, que sí da la crisis por terminada. A su juicio, la recuperación no llega a percibirse nítidamente porque la reactivación de la economía no sigue un proceso lineal, sino que «tenemos pequeños parones», en los que interviene también la situación política. Wandosell sostiene que «la salida de las crisis siempre ha sido así, siempre se ha producido con empleo precario inicialmente. No es algo anormal».

Ramón Madrid, decano del Colegio de Economistas, pone nombre a algunas de esas nubes que flotan en el ambiente y se plantea «qué consecuencias pueden llegar a tener los problemas que afronta el Deutsche Bank o la morosidad de la banca italiana».

No obstante, reconoce que «España está creciendo» y que, a pesar de las dificultades que implica el crecimiento de la deuda pública, el mercado financiero «tampoco obliga a devolverla». Al decano de los economistas le preocupan también las escasas «aptitudes de los universitarios», cuya formación considera todavía «muy débil para lo que demandan las empresas».

Su impresión es que el despegue impide calibrar la verdadera dimensión del riesgo, aunque al mismo tiempo está claro que «el PIB se recupera y que el desempleo da buenos síntomas». Lo que tiene claro Ramón Madrid es que «la situación nunca volverá a ser como antes de 2008».

También el presidente del Círculo de Economía, Bruno Dureux, está convencido de que «los indicadores que teníamos antes de la crisis ni han vuelto ni volverán. Será otra era». Dureux advierte de que el empleo destruido en el sector de la construcción no es recuperable y plantea la necesidad de conseguir que las empresas ganen tamaño y de apostar por la industria y «el sector tecnológico, capaz de crear valor añadido y de generar empleo».

José Ruiz, decano del colegio de Graduados Sociales de Murcia, admite que la situación ha cambiado y que «estamos mejor que antes», pero recuerda que hay aún 120.000 personas en paro en la Región, «que no han salido de la crisis. Se está creando empleo, pero sigue habiendo mucho paro». Apunta que «la confianza de las empresas se va afianzando, aunque ha bajado en el último trimestre»

Quien tiene claro que «la crisis no ha terminado» es Joaquín Sánchez, el sacerdote portavoz de la plataforma contra los desahucios.

Su opinión es que, lejos de haber terminado «se ha consolidado, de tal manera que el trabajo precario, eventual y con sueldos muy bajos» está alimentando una situación de desigualdad que tiende a cristalizarse. «Sigue habiendo hambre y desnutrición infantil en la Región y en España. De cada cuatro niños, uno está desnutrido. Hay muchas familias que no pueden comprar material escolar o que tienen la luz cortada», se lamentaba Joaquín Sánchez.

Sostiene que, «mientras que mucha gente se ha quedado en la cuneta y en la Región está en el umbral de pobreza el 33% de la población, hay grandes empresas que se han beneficiado con la crisis, pero la única obsesión es la devolución de la deuda pública, que supera el 100% del PIB». La conclusión del dirigente de la plataforma es que «no podemos cantar victoria» porque «nos hemos estabilizado» en un escalón de salida.

También Antonio Jiménez, secretario general de UGT, responde con contundencia que la crisis va a continuar, porque el crecimiento y la riqueza que se está produciendo «no se traslada a las familias. Evidentemente, no hemos salido de la crisis. Mientras tengamos este nivel de desempleo, desprotección social y salarios tan bajos, estamos en crisis», aseguró. Jiménez recuerda que la Región «es la tercera comunidad autónoma con los salarios más bajos de España, y mientras esto no se supere, vamos a seguir estancados. Si no trasladamos renta a las familias, no se relanzará el consumo ni la economía».

El responsable de Empleo de Comisiones Obreras, Santiago Navarro, se muestra convencido de que «la crisis continúa, pero hay una nueva situación, con unas condiciones de trabajo deterioradas» que, a su juicio, van a persistir en el futuro. «Nos quedan muchos años para salir de la crisis, si lo que nos planteamos es volver a la situación que teníamos en 2007».

Para Santiago Navarro, la situación actual, marcada por el desempleo y la bajada de los salarios, que «han caído entre un 15% y un 20% en los últimos 10 años, y un 40% de contratos a tiempo parcial, configuran la nueva realidad, estamos en una nueva era. Ahora pensamos que crecemos más que el resto de Europa, como hacíamos antes de la crisis». Opina que el deterioro cristalizará definitivamente si la economía murciana «no se aparta del modelo actual para optar por una mayor inversión, por la investigación y por la industria. En aquellas comunidades donde había industria el impacto de la crisis ha sido menor».

Para José María Albarracín, presidente de la CROEM, «todavía nos encontramos en un momento de incipiente recuperación, aunque estamos en un entorno de incertidumbre absoluta por el bloqueo político que afecta a la gobernación del país y que hace temer por los proyectos de inversión empresarial y atracción de inversiones extranjeras».

El presidente del Consejo Económico y Social (CES), José Luján, que es profesor de Derecho de Trabajo en la UMU, sostiene que no se puede hablar de salida de la crisis cuando «a las personas no les ha llegado», dado que el empleo que se crea «no tiene la calidad que tenía el de 2008.

La devastación social ha sido gravísima», advierte. Luján entiende que la crisis tiene también un componente de cambio tecnológico, «que remite a la revolución industrial o la llegada de la electricidad». A su juicio, se trata de un proceso ligado «a la globalización y a la deslocalización, que se inició hace tiempo», aunque estalló en 2008.

La factura de la recesión: Todavía hay 74.000 ocupados menos que en 2007

  • La recesión iniciada en 2008 ha dejado en la Región una factura muy cara, que se ha cobrado cerca de 140.000 empleos y casi de 30.000 empresas. La economía murciana ha recuperado parte de los puestos de trabajo destruidos, pero aún necesita crear 74.000 empleos para alcanzar la cifra de trabajadores ocupados que tenía en 2007. El impacto de la crisis también está provocado una caída de la demografía, que desde principios de siglo ha situado a la Región en cabeza del crecimiento, gracias a la inmigración extranjera. M. J. G.

El economista jefe del BBVA Research, Rafael Doménech, recuerda que «la economía española lleva encadenados doce trimestres de crecimiento del PIB y del empleo, pero todavía no se han recuperado los niveles de renta per cápita y empleo anteriores a la crisis. Doménech aporta un pronóstico relativamente alentador, porque las previsiones de la entidad apuntan a que «a finales de 2017 la economía española recuperará los niveles de renta per cápita de 2007».

Fuera de la Región el economista José Carlos Díez no ve posible creer que la crisis ha sido superada mientras el país siga «intervenido» por el Banco Central Europeo (BCE) y la deuda pública esté desbocada. A su juicio, el BCE «está inflando artificialmente el crecimiento español».