La CXLIX conferencia de divulgación científica organizada por la Fundación de Estudios Médicos (FEM) de Molina de Segura será impartida esta tarde por el doctor Cristóbal Belda Iniesta, un murciano que dirige en la actualidad el I+G+i del Grupo HM hospitales -el grupo hospitalario privado de referencia en la Comunidad de Madrid-, y la Fundación de Investigación de HM Hospitales.

Esta tarde hablará sobre 'Diagnosticar el cáncer con un analisis de sangre'. ¿A cuánto estamos de que sea así de sencillo?

Los análisis forman parte de los últimos avances que existen para intentar identificar las características de algunos tipos de tumores en la sangre, como complemento a otros sistemas como las biopsias, los TAC, las resonancias. No sustituye a nada, pero nos pemite obtener una información muy valiosa y no es tan invasiva como otras pruebas.

¿Son válidos para cualquier tipo de cáncer?

La tecnología ya está disponible para los tumores de colon y de pulmón, que no es poco; cierto es que no son factibles para todas las mutaciones, aunque sí para las más frecuentes. Pero en poco tiempo se podrá aplicar a todos los conocidos, algunos tan complicados como los cerebrales.

Y exactamente ¿qué permite esta nueva tecnología?

Lo más relevante es que nos ofrece información sobre qué tratamiento puede ser el más adecuado para cada tipo de cáncer, por ahora, de pulmón y colon. Nos permite, con pruedencia, eso sí, porque en oncología es importante no caer en el 'síndrome del salvador', empezamos a dar los primeros pasos hacia la oncología de precisión.

¿Será una alternativa a los métodos más conocidos?

No, no sustituye a nada de lo anterior, pero sí aporta más conocimiento de la enfermedad y en más profundidad. Es más fácil conseguir las muestras y se puede hacer más a menudo, ya que sólo es necesario un pinchazo. Por ejemplo, en el caso de las biopsias no se hacen más de dos. Con los análisis buscamos una determinación concreta del cáncer. Sería parecido a los marcadores tumorales, que nos dicen las sustancias que pueden o no ser tumores. Y se identifica las mutaciones que sólo pueden aparecer en estas enfermedades.

¿Se puede ya utilizar de forma masiva o sólo en casos concretos?.

No. Es una tecnología a aprender y no puede utilizarse como un sistema de 'screening' masivo, sino en pacientes que ya han sido diagnosticados con tumores: nos permite afinar en el tratamiento y en el seguimiento de la enfermedad.

En el caso de los cánceres cada vez se diagnostican más y de muy diversos tipos. ¿Es porque se avanza mucho en su detección o porque hay causas externas que los potencian?

De todo un poco, y coincide tanto la evolución de la especie como el estilo de vida de los humanos. Hay que tener en cuenta que hace relativamente poco, desde el punto de vista de la historia de la humanidad, que tenemos acceso libre a la comida: Solo hace 80 años. Con anterioridad, nuestra historia ha estado ligada a la historia del hambre. Somos sedentarios desde hace pocos años, en términos evolutivos, y nuestro cuerpo no está adaptado a comer todos los días. Por lo tanto, se debe a una combinación de factores: Somos un animal en evolución que no se ha adaptado aún a su nuevo entorno. Y el cáncer puede ser una trampa evolutiva, si bien se puede superar.

¿Qué lugar ocupan en estas patologías los factores genéticos?

Debemos diferenciar entre la predisposición a padecer un cáncer en función del entorno ambiental -por qué un fumador desarrolla un cáncer de pulmón y otro sufre una enfermedad cardiovascular- y la herencia directa de la familia. En este segundo caso, la familia terminaría extinguiéndose, como ha ocurrido laños atrás. Pero lo que está claro es aue ahora hay muchos tratamientos que permiten la cura. Y es ahí donde la ciencia tiene que seguir trabajando. De todas formas hay otros factores más artificiales que provocan tumores y que aún no somos capaces de explicar, como el incremento del cáncer de mama en mujeres jóvenes.

Ha hablado de investigación y ciencia. ¿Logrará la ciencia española sobreponerse a estos últimos años de recortes?

En términos de financiación, estos últimos años en España han sido un auténtico debacle. Los recortes han superado con creces a los de los países de nuestro entorno, pese a que también allí estaban en crisis, e incluso en algunos han incrementado el presupuesto. Gracias a que la construcción de los últimos 25 años en I+D+i ha sido muy robusta en nuestro país hemos logrado sobrevivir. E incluso hemos sido capaces de generar un candidato al Nobel de Medicina. Seguimos ocupando el noveno o décimo puesto a nivel mundial, en cuanto a científicos, pero a costa de la gran fuga de talentos. Y los tratamientos en ciertos tipos de cáncer son de manufactura española... A pesar de todo.