Ya anunció que se ocuparía personalmente de sopesar cuál es la situación del Mar Menor. Desde que inició las investigaciones para determinar cuál es la contaminación que sufre la laguna, el fiscal encargado de Medio Ambiente, José Luis Díaz Manzanera, ha estado en primera línea de fuego para concretar qué se ha hecho y qué se hará a partir de ahora en el tesoro salado cuya supervivencia parece estar en juego.

En este sentido, el fiscal se subía ayer por la mañana a un helicóptero para sobrevolar la zona, en especial aquella donde se han venido produciendo los polémicos vertidos que ensucian la laguna, indicaron fuentes cercanas.

En concreto, Díaz Manzanera cogía el aparato en Alcantarilla, y desde allí volaba hasta la costa, para otear desde el aire cuál es el nivel, a vista de pájaro, de la contaminación.

Ya en junio, el fiscal se desplazó a la zona -esta vez, a pie- junto a profesionales del Instituto Armado, para realizar una primera toma de contacto con el terreno. En aquella primera visita no se tomó muestra alguna, pero se llevó a cabo una inspección ocular de cuál es el estado del lugar.

A finales de junio, la Benemérita daba comienzo la recogida de muestras de agua del Mar Menor que ordenó el fiscal. Las muestras fueron analizadas tanto en la facultad de Biología de la Universidad de Murcia como en el Instituto Nacional de Toxicología, éste ubicado en Madrid.

Asociaciones ecologistas y vecinos llevan años culpando de la degradación de una laguna que agoniza a agricultores y empresas.

El fiscal de Medio Ambiente ya remitió una primera denuncia por los vertidos al Mar Menor, centrada en el Arco Sur de la laguna, en la que encontraba cuatro posibles delitos contra el medio ambiente. Esta causa fue admitida a trámite por el juzgado de instrucción número 2 de Cartagena, que investiga el caso.

Los vecinos del Arcos Sur de la laguna se han personado como acusación popular y están a la espera de que la jueza les permita ser parte del caso.

Por ahora, la magistrada ya ha rechazado al ayuntamiento de Cartagena como acusación particular en la primera denuncia por vertidos a la laguna salada.