La dos almas que cohabitan en Podemos se han visto claramente esta última semana, cuando los dos principales referentes del partido, Pablo Iglesias e Íñigo Errejón, hicieron públicas, a través de la red social Twitter, sus diferencias sobre cómo debe proceder la joven formación política en esta nueva etapa, tras la decepción que supusieron los resultados de las elecciones generales del 26J.

En Podemos Región de Murcia no se decantan claramente por ninguno de los dos líderes y se suman al discurso oficial de que el debate es sano en el seno de un partido político de nuevo cuño como Podemos, negando que haya una crisis interna en la formación.

«Estoy orgulloso del debate en Podemos. Precisamente entré en este partido por la franqueza y la claridad con la que se planteaban los debates en la organización», afirma Óscar Urralburu, secretario general de Podemos Región. Urralburu evita apoyar alguna de las dos corrientes, aunque dejó en Twitter, el mismo día de la polémica entre Errejón e Iglesias, una declaración de intenciones. Retuiteó (es decir, compartió con sus seguidores) el tuit de Errejón que hablaba de «seducir» en vez de dar miedo, pero no la respuesta inmediata de Iglesias cuestionando el planteamiento de su número dos. Sin embargo, prefirió no responder a la pregunta planteada desde esta Redacción, sobre si él era más partidario de seducir o «dar miedo a los poderosos», como plantean los ´pablistas´. El portavoz en la Asamblea fue diplomático y tiró de las orejas a los dos por discutir enTwitter: «Los debates no se pueden plantear en 140 caracteres».

La delegación de Murcia, como pasa en todos los partidos, tiene un peso limitado en el conjunto estatal del partido, aunque el Consejo Ciudadano Estatal cuenta con dos miembros murcianos. A la dirección regional, no obstante, se la tiene por ´errejonista´. Hay que recordar que el último acto de Sergio Pascual, el secretario de Organización próximo a Errejón que fue fulminado por sorpresa por Pablo Iglesias, fue en Murcia. Errejón ha venido más veces a la Región que el secretario general de Podemos, que incluso excluyó a Murcia de su ruta en la campaña de las elecciones del 26J.

«Aquí en Murcia los que controlan Podemos son más ´errejonistas´ que la madre de Errejón, pero si ven que Íñigo va a caer, se dejarán todos coleta», ironiza un activo miembro de la izquierda murciana que conoce bien Podemos Murcia.

Por su parte, el diputado en el Congreso por Murcia Javier Sánchez Serna es muy amigo de Luis Alegre, cercano a su vez a Iglesias y distante con Errejón. Preguntado por el asunto, se muestra diplomático, señalando que «el intercambio de ideas en el seno de una formación política es muy bueno, y quizás nosotros lo hemos tenido aparcado debido a que hemos tenido que hacer frente a muchos procesos electorales en poco tiempo». No obstante, Sánchez Serna reconoce que «no era el mejor momento» para hacer públicas las diferencias, ya que con las elecciones gallegas y vascas, y una posible investidura del socialista Pedro Sánchez en el horizonte, «era el momento de apretar filas». Denotan las palabras del diputado por Murcia y miembro del Consejo Ciudadano Estatal, como en las de Urralburu, una llamada de atención clara a Errejón, que fue quien inició la discusión en la red social, pero también a Pablo Iglesias, que entró al trapo.

El nacimiento y la consolidación de Podemos en la Región no estuvo exento de dificultades internas. En las primarias regionales celebradas para constituir la estructura regional se impuso la corriente ´Claro que podemos´ (también llamada el clan de Vistabella, ya que muchos residen en este genuino barrio murciano), que entonces patrocinaban Iglesias, Errejón y Monedero, frente a las candidaturas próximas al actual secretario de Organización, Pablo Echenique, que con el tiempo se ha convertido en un hombre de confianza de su tocayo Iglesias. Miembros de las listas derrotadas como el abogado José Mateo, abandonaron el partido pese a haber participado desde el principio en los círculos.