«La obra pública ni está ni se les espera», aseguró ayer el presidente de la Confederación Nacional de la Construcción, Juan Lazcano, que asistió en Murcia a la asamblea conmemorativa del 40º aniversario de la patronal regional FRECOM. Lazcano advirtió de que el cierre anticipado de los presupuestos del Estado, que echó el candado a la contratación a principios de agosto, unido a la caída de la licitación que se ha producido en la primera mitad del año debido a la falta de gobierno, convierte a 2016 en un año perdido para la construcción. Alertó también de que el aplazamiento de las inversiones cofinanciadas con fondos europeos pone en peligro las ayudas de Bruselas destinadas a proyectos como el Corredor Mediterráneo, que debía haber llegado a Murcia este año.

La Federación Regional de Empresarios de la Construcción (FECOM), que preside Luis Fernández Mula, celebró ayer los 40 años de la organización empresarial constituida en 1976, que fue una de las fundadoras de la patronal regional CROEM. A la asamblea conmemorativa del aniversario asistió el consejo de gobierno de la patronal nacional, que ayer se reunió en Murcia. El balance que los presidentes de las patronales de la construcción nacional y regional ofrecieron en rueda de prensa resulta poco halagüeño, dado que la licitación pública ha caído a mínimos históricos y la edificación sigue sin despuntar.

Fernández Mula lamentó que ni siquiera se estén aprovechando las posibilidades que ofrece la rehabilitación de viviendas y pidió al Gobierno regional que ponga en marcha las medidas recogidas en el Libro Blanco de la Construcción consensuado con el anterior consejero de Fomento, Francisco Bernabé. «Intentemos que no se ponga negro de no usarlo», apuntó.

Añadió que la licitación pública de la Región en el primer semestre se ha reducido a 99 millones, después de haber caído un 45% en 2015, mientras que el visado de viviendas se redujo el pasado año a 1.062, frente a las 40.000 de 2007. «Sin Gobierno y sin presupuestos el panorama para 2017 no es nada esperanzador», avanzó Fernández Mula, quien reclamó «un campo de juego claro y fiable en el que las empresas podamos invertir y desarrollar nuestra actividad». Pidió también más agilidad en la tramitación de las licencia municipales.

Por su parte, el presidente de la patronal nacional dejó claro que «la obra pública ni está ni se la espera». Lazcano da por hecho que 2016 será un año perdido, pero avanzó que 2017 tampoco ofrece mejores perspectivas, dado que previsiblemente habrá una prórroga del presupuesto del Estado y que las exigencias de Bruselas tampoco permitirán que la inversión pública remonte. Se lamentó de que el Gobierno trate de contener el gasto cercenando «la inversión productiva», a pesar de la capacidad de generación de ingresos que tiene la obra pública. Precisó que «cada millón de euros invertido permite crear 18 puestos de trabajo y produce un retorno de 570.000 euros» en impuestos y cotizaciones sociales, entre otros conceptos.

Juan Lazcano añadió que por primera vez el valor de las infraestructuras españolas calculado por el Instituto Nacional de Estadística ha disminuido, debido al deterioro que la falta de mantenimiento está ocasionando en las redes de comunicación. Acusó al Gobierno de «abandonar el mantenimiento de nuestro tesoro de las infraestructuras».

También el presidente de la CROEM, José María Albarracín, reconoció que la construcción «no acaba de despegar para poder salir de su letargo».