Los murcianos tendrían que trabajar 446 días, casi quince meses, para pagar la parte de la deuda regional y del Estado que les correspondería que si pudiera repartirse. Este es el cálculo que dio a conocer ayer la Autoridad Fiscal Independiente (AIReF), en el que indica que hasta el año 2040 la Región no podrá reducir su deuda al 13% del PIB regional, que en este momento se eleva al 28,9%. En 2007 el número de días que habrían trabajado los murcianos para pagar la deuda pública se reducía 139, lo que supone que en los últimos nueve años se ha multiplicado por tres el esfuerzo financiero.

La Comunidad debía 8.159 millones de euros en junio, lo que supone en torno a 5.571 euros por habitante. Por su parte, el Estado debía 805.710 millones, según los datos ofrecidos por el Banco de España hace una semana.

Para determinar la carga que para los ciudadanos supone el endeudamiento público del conjunto de las administraciones, AIReF ha calculado cuántos días de trabajo se necesitarían en cada comunidad para saldar esa deuda.

De los 446 días de sueldo que la deuda costaría a los murcianos, 106 corresponden a los créditos contraídos por la Comunidad Autónoma, mientras que las obligaciones del Estado y la Seguridad Social con las entidades financieras y los inversores que compran deuda pública costaría 339 días de sueldo.

La Región se sitúa entre las comunidades que necesitarían más días de trabajo de cada ciudadano para hacer frente a los compromisos adquiridos por sus respectivos gobiernos. En este grupo de cabeza se encuentran Extremadura, donde se precisan 484 días de trabajo por habitante para pagar la deuda total, seguida de Castilla-La Mancha (482) y Comunidad Valenciana (464).

Murcia aparece también en el grupo de las comunidades que más han visto crecer la deuda en los últimos nueve años, con un incremento de 307 días. Esto supone que el esfuerzo exigido a cada murciano se ha multiplicado por tres y ha pasado de 139 días a 446.

Sólo Castilla-La Mancha ha incrementado su deuda por encima de la de Murcia, con un aumento de 330 días. Por detrás se sitúa Extremadura, con 306 días más.

Madrid ha sido la autonomía en la que menos ha aumentado en los últimos nueve años el esfuerzo por habitante para afrontar el pago de la deuda pública total, ya que solo ha sumado 154 días más. La situación es similar en el País Vasco, que ha añadido 174 días, y en la Comunidad Foral de Navarra, con 190 días más.

AIReF alerta de que la deuda del conjunto de las administraciones públicas no alcanzará el 60% del PIB hasta 2036, aunque señala que presenta un perfil decreciente, sobre todo, a partir de 2018.

En el caso de la deuda regional, Murcia no alcanzaría el 13% del PIB hasta 2040. En el primer semestre del año la Comunidad Autónoma debía 8.150 millones de euros, el 70% de los cuales corresponden a créditos del Fondo de Liquidez Autonómico.

La deuda regional representa el 28.9% del PIB, mientras que la media de las comunidades autónomas está situada en el 24,8% del PIB. Sumando todas las administraciones públicas, la deuda pública se situaba el pasado mes de junio en el 100,5% del PIB estatal, lo que representa unos 65 puntos porcentuales por encima del mínimo alcanzado en marzo de 2008,

La Ley de Estabilidad Presupuestaria, elaborada para ser garantía de cumplimiento del pacto de sostenibilidad europeo, establece un periodo transitorio hasta 2020 para alcanzar el límite de deuda del 60% del PIB, aunque la AIReF cree que las administraciones no alcanzarán este objetivo hasta dentro de 20 años, en el ejercicio 2036.

El responsable de endeudamiento público de la AIReF, Carlos Cuerpo, descartó que se pueda llegar a producir una situación de bancarrota como consecuencia del alto nivel de la deuda pública, aunque recordó que desde la Autoridad Independiente han mostrado «su preocupación» en varios informes. «La dinámica en los últimos años ha sido con tasas bastantes elevadas, pero las predicciones que tenemos nos dan en los escenarios centrales una senda que nos parece sostenible o decreciente», destacó. Según señalan desde AIReF, las perturbaciones macroeconómicas, como un menor crecimiento económico o una subida de los tipos de interés, «no alcanzan a cambiar la dinámica de disminución de la deuda». Además, a pesar de que el conjunto de las administraciones no alcanzaría el límite de deuda del 60% del PIB hasta 2036, matizan que la situación para los distintos subsectores es «muy heterogénea».