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El retraso en las negociaciones para la formación del Gobierno central impide a la Comunidad Autónoma y a los ayuntamientos de la Región establecer con seguridad las grandes cifras del presupuesto de 2017. El consejero de Hacienda, Andrés Carrillo, asegura que para elaborar las cuentas del próximo año es necesario saber previamente cuáles van a ser los ingresos del Estado que corresponderán a la Comunidad y la subida que la Administración central va a aplicar a los funcionarios, dado que las retribuciones de todos los empleados públicos están sujetas a las pautas de gasto que establecen los Presupuestos Generales del Estado.

En 2016 el presupuesto de la Comunidad asciende a 4.100 millones, prácticamente la misma cantidad que el año anterior.

Andrés Carillo sostiene que sin conocer estas previsiones no es posible calcular el aumento que puede producirse en la nómina de la plantilla, que en 2017 debe incluir además el 37% de la paga extra suprimida en 2012, dado que no ha sido posible abonarla este año por falta de recursos.

Carrillo explicó que para empezar a hacer las cuentas del próximo año necesita conocer la liquidación definitiva entre el Estado y la Comunidad Autónoma del año 2015, una vez deducidos los adelantos a cuenta que la Administración central va anticipando a las autonomías a lo largo de cada ejercicio. Este saldo definitivo se obtiene a partir del cierre de la recaudación del IRPF, el IVA y los Impuestos Especiales.

El primer paso para la elaboración del nuevo presupuesto es el cálculo del techo de gasto, una cantidad que debe sustentarse sobre la previsión de ingresos asegurados, contando con que la aportación del Estado supone prácticamente tres cuartas partes de la cantidad de la que podrá disponer. El resto lo cubrirá con sus propios ingresos y con la deuda que genere el déficit. En cualquier caso, las exigencias de Bruselas tampoco van a permitir a Murcia grandes alegrías en 2017.

De momento, el Estado ha dado a conocer la liquidación de 2014, que ha resultado ser mejor que la prevista inicialmente, dado que la Comunidad contaba con haber obtenido un saldo a su favor de 254 millones, pero esta cantidad se ha elevado finalmente a 284 millones.

Estos 30 millones de diferencia convierten a Murcia en la cuarta comunidad que más ha visto crecer la aportación del Estado a cuenta de la recaudación tributaria, por detrás de Cataluña, Madrid y Baleares. Entre 2014 y 2016 la Comunidad ha obtenido unos ingresos adicionales de 350 millones, que suponen un 13,5% más debido a la mejora de la recuperación.

Las comunidades peor tratadas en el reparto autonómico son las que mejor paradas salen cuando mejora la actividad económica, porque el dinero no les llega a través de los fondos que se reparten con el sistema de financiación, sino a través de la recaudación, que fue la primera en resentirse cuando llegaron las vacas flacas.

Por eso, Cantabria, que disfruta de un trato privilegiado en el reparto autonómico, apenas ha ganado 93 millones en este periodo, que suponen un 6,2% más. La mayor ganacia corresponde a Cataluña, que aumenta un 15,3%.

No obstante, las cuentas de la Comunidad Autónoma están tan aquilatadas, debido a las estrecheces que impone la contención del déficit y el peso de una deuda cercada a los 8.000 millones, que al consejero no le queda margen para las filigranas.

Por el contrario, el cierre anticipado del presupuesto de 2016 que ha impuesto Cristóbal Montoro para contener el gasto obligará a cargar sobre las cuentas de 2017 las partidas de este año que van a quedarse fuera.

De acuerdo con las indicaciones de Montoro, el consejero de Hacienda tendrá que dictar una orden a lo largo del mes de septiembre estableciendo la fecha de cierre de la caja, a partir de la cual no se podrá asumir ningún contrato ni nuevos compromisos de pago. Andrés Carrillo ha asegurado que las cuentas están muy ajustadas y no es posible aplicar nuevos recortes.