«Estudié en Madrid, Bellas Artes. Me dieron una beca para irme a Roma, me la peleé con 29 personas. Hubo una señora que me había visto a mí unos cuadros cuando yo tenía 13 años. Aquella señora me llevó a pintar con ella, me enseñó muchas cosas. Fui a Valencia a verla y le enseñé los cuadros que había pintado con sus indicaciones. Me dijo: ´No vengas si quiera a Valencia. Vete a Madrid. Porque, cuanto más difícil sea el lugar, va a ser mejor para ti´». Se lo contaba el artista Pedro Cano a los alumnos que recibía en su estudio de Blanca, a propósito del rodaje del documental Cuadernos de Viaje, un trabajo que ahora ha conseguido el primer premio del United International Film Festival, celebrado en el SVA Theatre de Nueva York.

En concreto, el tráiler, forma parte del proyecto de innovación Del Natural, que coordinan Carmen Castillo y Alfredo Cuervo.

Pedro Cano - Cuadernos de Viaje [trailer] from Alfonso Burgos Risco on Vimeo.

En el estudio y en la fundación

El proyecto de documentales sobre el pintor de Blanca está producido por TvUM y dirigido por Alfonso Burgos, con la producción de Antonio Nicolás y Javier Tavira.

Alfonso Burgos explicó ayer a LA OPINIÓN que el fin era «transmitir la maestría que había antes, cómo se aprendía antes el oficio artístico». «Se grabó durante dos días: uno en el estudio de Blanca y otro en la Fundación Pedro Cano, también en Blanca», indicó.

Sobre el proceso creativo y el aprendizaje, el director -que ahora también será profesor, pues dará clase en el máster de Bellas Artes de la UMU, en la asignatura de Animación- recordó que «antes el aprendiz trabajaba con el maestro directamente», lo que daba lugar a que fuese «aprendiendo de la experiencia y del buen hacer que tenía». Lo hizo Da Vinci con Verrocchio. Hoy en día, «con la universidad y el Plan Bolonia, es muy distinto», tiene claro Alfonso Burgos.

De ahí la importancia de esta ´master class´ personalizada que los estudiantes recibieron de un maestro como Cano, quien les abrió las puertas de su casa y les abrió también el alma de sus cuadernos. «Llevamos a un grupo de cinco alumnos al estudio y otro ya más numeroso a la fundación», precisó Burgos. Los cinco, en concreto, fueron Yolanda Martínez Hernández, María Garres Sánchez, Helena Rodriguez Crespo, Dmitro Kouras y Anastasiya Kouras, todos alumnos de Grado en Bellas Artes. «Pedro se sentó con ellos, fue hablando de sus viajes y resolviendo dudas», apostilla el director del proyecto. Los estudiantes «no están acostumbrados a tener de cerca a un artista de primer nivel», admitió.

El artista, «súper ilusionado»

El pintor les contó, por ejemplo, las dificultades que tuvo para ir a estudiar de su Blanca natal a la capital de España. «En mi casa vendíamos pescado. Yo no podía decir ´me voy a Madrid, me tenéis que pagar´. Entonces me fui a hacer la mili», relató el autor.

Preguntado por si ha podido hablar con Pedro Cano tras conocer esta distinción, Burgos señaló ayer que sí, y que el artista -que se encuentra de vacaciones en Campoamor, como muchos murcianos- «está súper ilusionado».

«Aquí no siempre lo ha tenido fácil para darse a conocer», consideró sobre el blanqueño el director del proyecto, al tiempo que aseveró que «ahora, por suerte, se le está reconociendo».