La paulatina clausura de las conducciones utilizadas por los regantes del Campo de Cartagena para evacuar los vertidos de salmuera que generan las aguas subterráneas en los momentos de escasez ha dejado sin ningún tipo de suministro a las 40.000 hectáreas de la comarca dotadas con caudales del trasvase Tajo-Segura. Parte de estas propiedades están dedicadas a la producción de cítricos, que en este momento están pendientes de que el ministerio de Medio Ambiente autorice el riego de socorro que reclaman las organizaciones agrarias.

Sin embargo, frente a las cifras oficiales que maneja la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) y la consejería de Agricultura, el portavoz de la Asociación de Naturalistas del Sureste (Anse), Pedro García, sostiene que hay además otras 14.000 hectáreas como mínimo de regadíos ilegales en el Campo de Cartagena, lo que elevaría la superficie total cultivada en la comarca por encima de las 54.000.

Tanto la CHS como la consejería de Agricultura sostienen que es imposible saber las dimensiones de los regadíos no autorizados. El organismo de cuenca reconoce que ha abierto más de 300 expedientes desde el año 2010, que atribuye a ampliaciones de fincas autorizadas.

Por su parte, el presidente de Fecoam, Santiago Martínez, niega que los terrenos sin dotación de agua que han sido añadidos a la superficie regable autorizada alcance las proporciones que calcula Anse. A su juicio, no supera las 2.000 hectáreas.