El coronel Ángel Herrezuelo (Gijón, 1964) es desde hace apenas unos días el máximo responsable del cuerpo de élite de la Armada española, la denominada Fuerza de Guerra Naval Especial (FGNE), con base en Cartagena. Una unidad constituida principalmente por miembros del Cuerpo de Infantería de Marina y del Cuerpo General de la Armada, capacitados para acciones que requieren mayor riesgo y especialización que la media, de ahí que la selección, formación y preparación de sus miembros se considera especialmente exigente.

A los 'boinas verdes' de la Armada, como también se conoce a esta unidad, sólo acceden un 40% de los aspirantes, a los que se pone a prueba para que den la talla en cometidos especialmente singulares como las de reconocimientos de litorales marítimos, playas y tierra dentro, asalto a buques, destrucción de instalaciones enemigas, rescate de rehenes y operaciones de contrainsurgencia y contraterrorismo, entre otras. Acciones como la intervención contra la piratería en el Índico o la lucha contra los talibanes en Afganistán no le son ni serán ajenas al coronel gijonés. Herrezuelo reconoce que su descanso 'guerrero' lo tiene en Asturias.

¿Satisfecho con el recién estrenado nombramiento como comandante de la Fuerza de Guerra Naval Especial?

Mucho, es un honor que la Armada me haya designado como comandante de esta unidad. Asumo el cargo con la responsabilidad de mantener el alto listón que han dejado mis predecesores.

¿Qué supone esta nueva etapa?, ¿de qué se va a hacer cargo?

Exactamente me han nombrado comandante de la Fuerza de Guerra Naval Especial, una unidad dependiente del comandante general de Infantería de Marina. Tenemos que estar preparados para llevar a cabo operaciones especiales en el ambiente marítimo. La unidad sirve además de apoyo para todo tipo de actuaciones.

¿Cuáles son los requisitos para acceder a esta unidad tan especializada y exigente?

Para formarse como oficial o suboficial hay que completar una serie de cursos de operaciones especiales y tener conocimientos de buceo. A nivel de soldado y marinero, lo que se exige es un período de entrenamiento en la Escuela de Marina de dos meses y medio que se completa con un curso de paracaidismo en Murcia y con formación en plataformas navales y cursos de buceo. Es un proceso selectivo largo, exigente y que busca trabajar la resistencia y la fortaleza física y mental.

¿Qué cargos ha desempeñado usted en la Armada?

He trabajado en varias unidades de la Marina y como profesor en la Escuela Naval Militar de Pontevedra. Además, serví como oficial de enlace y en los Estados Mayores.

El Ejército viene siendo una de las instituciones mejor valoradas por los españoles en las encuestas, ¿a qué cree que responde esta realidad?

No creo que esa buena valoración se pueda explicar con una única razón. Nuestra participación en operaciones internacionales y el trabajo bien hecho en todo el mundo ha sido algo que la sociedad ha valorado mucho y ha servido para darnos buena imagen.

¿Cree que la sociedad es consciente de todas las funciones del Ejército?

La sociedad tiene una idea general. Las Fuerzas Armadas estamos haciendo un esfuerzo y abriendo las puertas a un mayor conocimiento con conferencias, jornadas de puertas abiertas o entradas de barcos en diferentes puertos. Todo eso redunda en un mejor conocimiento de las Fuerzas Armadas y eso es bueno.

¿Está el Ejército preparado para las nuevas amenazas, incluidas las tecnológicas?

Creo que sí. Hace unos tres años se creó el mando conjunto de ciberdefensa, una institución que depende directamente del Estado Mayor de la Defensa y que se encarga desde entonces de establecer una primera línea de actuación contra las amenazas tecnológicas.

Hay quien compara su unidad con los 'Seals' de los Estados Unidos...

Hay que huir de cualquier tipo de comparación. El esfuerzo y el trabajo continuado es lo único que nos hace estar preparados para afrontar cualquier misión y completarla con éxito. Aquí se trabaja en muchas áreas como el adiestramiento físico, el buceo o el paracaidismo. Además, colaboramos con diferentes aeronaves y otras unidades del Ejército o con unidades extranjeras llegadas de muchos países.

Ustedes también han luchado contra la piratería, ¿cómo se combate tan lejos de casa?

Estamos sometidos a un entrenamiento diario al que se une un adiestramiento específico orientado al escenario en el que nos tengamos que desplegar. En el caso de la piratería se potencia el trabajo con buques o aeronaves.