La organización agraria ASAJA Murcia ha realizado un estudio en el que llega a la conclusión de que uno de cada cinco agricultores está afectado de forma grave por la crisis económica y, muchos de ellos, han abandonado el sector primario murciano.

Según explica el secretario general de ASAJA Murcia, Alfonso Gálvez Caravaca, «la crisis económica unida a la endémica sequía que está soportando el campo murciano ha provocado que uno de cada cinco productores esté dejando el campo, y se dedique a otro tipo de actividades, lo que contribuye a empobrecer todavía más nuestra economía». Además, ha hecho especial hincapié en que «la crisis está afectando tanto a los productores de secano como también de regadío, y lamentablemente, estimamos que el abandono de explotaciones afecta ya a más del 20% de los profesionales del sector regional».

Gálvez Caravaca ha subrayado que «hay que activar un intensivo plan para conseguir que los jóvenes se incorporen al sector de la agricultura, haciéndola más atractiva, y para ello es necesario que el futuro ministerio de Agricultura sea capaz de habilitar ayudas a fondo perdido».

Cosechas amenazadas

Por su parte, el responsable de Agricultura de COAG Región de Murcia, Pedro García, advierte de que la sequía está generando una situación «extrema», amenazando las cosechas de almendra y aceituna, mermando sus producciones de forma alarmante. En esta campaña, ya ha avanzado que va a haber menos almendra, puesto que los árboles «no están soportando la sequía» en algunas zonas.

García ha señalado que la situación es tan dramática en algunos casos que se están secando los árboles y el producto tiene que ser desechado directamente, ya que la cáscara se les queda pegada y no termina su periodo de crecimiento, no siendo apta para su recolección. Si resulta válida sí que es aprovechada, pero al agricultor sólo se le paga entre el 10 y el 15% de su valor normal, lo que supone unas graves pérdidas.

Respecto a la aceituna, la caída acumulada de la producción puede ser de entre un 65 u 80% de pérdidas. Y, si no llueve en septiembre, «se perderá toda la recolección de secano».