La consejera de Familia e Igualdad, Violante Tomás, ha firmado con el presidente de la Asociación Proyecto Escan, Fernando Soleto, un convenio de colaboración para ofrecer en la red de centros de atención especializada para mujeres víctimas de violencia (CAVI) información sobre la terapia para mujeres y menores víctimas de malos tratos a través del acompañamiento de perros adiestrados.

Tomás ha destacado que «la Región es pionera a nivel nacional en ofrecer este tipo de servicios, ya que es la primera comunidad que pone en marcha el proyecto 'Escan' como iniciativa piloto».

Según ha explicado la consejera, «se trata de desarrollar una innovadora solución de terapia de recuperación psico-social de las mujeres y menores, víctimas de maltrato, ya que el perro puede proporcionar seguridad a las mujeres que han sufrido violencia de género y a los menores que están a su cargo».

Tomás ha especificado que «cuando agresor tiene una orden de alejamiento, este acompañamiento supone una ayuda psicológica importante y refuerza el papel de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado. Así, simultáneamente, previene y protege frente a agresiones físicas de los maltratadores».

Los servicios sociales, a través de las psicólogas y las trabajadoras sociales de las unidades de atención a las víctimas que están al frente de la terapia, deciden qué mujeres son las adecuadas para participar en el proyecto, donde se trabaja sobre aspectos como la ansiedad, autoestima, depresión, miedos, aislamiento social y dependencia de otros. «La terapia con perros proporciona recuperación y aumento de actividades gratificantes, mayor interacción social e independencia y autonomía», explicó Violante Tomás. La titular de Familia aseveró que «las víctimas han de cumplir con dos requisitos legales, una sentencia judicial firme en violencia de género y una orden de alejamiento en vigor, que aseguran que las afectadas tienen una necesidad de protección».

Un adiestramiento de tres meses

Por su parte, los adiestradores valoran que la víctima y el perro tengan una compatibilidad que permita desarrollar el vínculo entre humano y animal. El proceso de adiestramiento del animal ronda los tres meses, en ese tiempo se enseña al perro a obedecer, mediante órdenes exclusivamente verbales, a la víctima, se le transmiten comandos de obediencia que le permiten, llegado el caso, actuar ante una inminente agresión.

Los perros no son animales agresivos, son animales terapéuticos que sólo actuarán como defensa bajo órdenes de la víctima. El principal valor es la prevención de la agresión y la protección es el último paso. Además, los canes siempre que se encuentren en lugares públicos deberán llevar bozal y correa.

Tomás ha recordado que «el Gobierno regional destinará este año más de 2,1 millones de euros a la prevención de la violencia de género, lo que supone un 23% más de lo presupuestado en el año 2015».