La renta per cápita media de Madrid, la más alta de España el año pasado con 31.812 euros y un incremento del 3,4% del PIB sobre 2014, casi duplicó a la media de la Región de Murcia, 18.929 euros, con un crecimiento del 3,3%. La Memoria del Consejo Económico y Social (CES) de 2015 analiza las diferencias de riqueza entre las comunidades autónomas y constata que el dinamismo de la economía se vio reflejada en el conjunto de ellas, que mejoraron notablemente sus tasas de crecimiento respecto a 2014 y mostraron un comportamiento algo más homogéneo.

En términos generales, las que tienen una especialización productiva más centrada en los servicios relacionados con la actividad turística y la construcción, así como aquellas con una economía más abierta al exterior, fueron las que mostraron mejores resultados. La Comunidad Valenciana, Madrid y Cataluña fueron las más activas y su PIB creció por encima de la media nacional, mientras que Baleares y Castilla-La Mancha igualaron el 3,2 % del crecimiento del PIB del conjunto del Estado.

El resto quedaron por debajo, con Cantabria, Aragón y La Rioja en los puestos de cola. Para el CES, la brecha está en el rango del 3,6 % del crecimiento registrado por la Comunidad Valenciana y el 2,6 % de Cantabria, si bien todas registraron mayores crecimientos que en 2014. Respecto al PIB per cápita, el CES aprecia un crecimiento generalizado, debido, tanto al mayor dinamismo económico, como a la caída de la población en buena parte de las autonomías, al tiempo que se redujo ligeramente la dispersión regional, a pesar de que las diferencias siguen siendo elevadas.

En cuanto a la convergencia de las regiones en el contexto comunitario, los últimos datos disponibles de PIB por habitante en paridad de poder adquisitivo (PPA) referidos a 2014, si bien mejoraron respecto al año anterior, muestran un claro empeoramiento frente a 2007. Entonces, Extremadura era la única región con un PIB per cápita inferior al 75 % de la media europea, pero en 2014 fueron cinco las regiones que se situaron por debajo o ligeramente por encima (Extremadura, Andalucía, Castilla-La Mancha, Murcia y Melilla).

Sin embargo, precisa el CES, a efectos de la política de cohesión

comunitaria, únicamente Extremadura se considera región menos desarrollada. Le resulta «preocupante» la situación de estas regiones que han visto mermados los ingresos procedentes de la política regional europea, en un contexto «de ajuste presupuestario, que podría dificultar la recuperación de sus economías y, en última instancia, deteriorar la cohesión territorial».

Atribuye esta situación a que los cálculos realizados por Europa para determinar el nivel de desarrollo de las regiones para ser consideradas durante el nuevo periodo, como regiones menos desarrolladas, regiones en transición o regiones más desarrolladas, se realizaron con la información del periodo 2007-2009.