¿Qué supone el manifiesto que han firmado?

Supone un compromiso por parte del Partido Popular que, a diferencia de otros partidos, sí puede poner de acuerdo a sus dirigentes territoriales, pues defendemos las mismas ideas en todos los territorios. Para otros partidos es mucho más complicado ponerse de acuerdo. En el PP apostamos sin fisuras por el Corredor Mediterráneo, que es para nosotros algo esencial para nuestro país pues el Mediterráneo genera el 50% del PIB nacional. Estamos hablando de un proyecto muy importante y también muy caro. Hay que recordar que, solo en la última legislatura, el Gobierno de España lleva invertidos 5.000 millones de euros. Espero que en esta legislatura ya sea una realidad.

Eso si comienza la legislatura y no hay terceras elecciones. ¿Cómo ve las negociaciones para la formación de Gobierno?

Las veo con preocupación, pues ya llevamos 220 días con un Gobierno en funciones y prácticamente un año sin tramitar proyectos de ley. Vemos a su vez que la situación internacional cada vez es más compleja, con el fundamentalismo islámico, el Brexit, el auge de los populistas y, aquí en España, el desafío de los independentistas. Ahora más que nunca necesitamos un Gobierno fuerte, para lo que tenemos que dejar atrás siglas e ideologías. Me sorprende que Ciudadanos firmara un pacto de legislatura con el PSOE, que solo tenía 90 diputados, y ahora rechacen de plano votar 'sí' en la investidura de otro candidato que tiene 137 diputados. A mí me parecía positivo que C's entrara en el Gobierno. Luego tenemos al PSOE, bloqueando la formación de Gobierno. Se necesita más responsabilidad, pues cada día que pasa sin Gobierno es tiempo que se pierde.

Quizás pueda mediar usted con Susana Díaz, para que convenza a Pedro Sánchez...

Susana Díaz tiene dos discursos. En Andalucía dice siempre que no se puede dejar gobernar al PP ni por activa ni por pasiva. Cuando va a Madrid ofrece un discurso moderado, más sensato en Madrid, pero en Andalucía tiene el perfil del socialismo rancio andaluz de toda la vida. Como dato, le digo que yo le tendí la mano para alcanzar diez grandes acuerdos para Andalucía y ni siquiera me he podido sentar con ella a dialogar.

¿Cree que dará pronto el salto a la política nacional?

No sé lo que hará, pero me preocupa que utilice a los andaluces para promocionarse políticamente en su eterna pelea con Pedro Sánchez. Dedica más energía y más tiempo a su objetivo persona de ser secretaria general del PSOE que al gran honor que supone ser presidenta de Andalucía.

En 1996, Aznar nombró ministro a Arenas, que era jefe de la oposición en Andalucía. ¿Pasará lo mismo con usted veinte años después?

No, mi compromiso y mi futuro sí que están en Andalucía. Ya tuve una experiencia importante como secretario de Estado. El 26J ganamos las elecciones, lo cual es algo histórico, pues solo ha ocurrido cuatro veces. Nuestro proyecto es de futuro. Queremos gobernar y acabar con el monopolio del PSOE en Andalucía.

Pedro Antonio Sánchez es un político joven que ha llegado a ser presidente autonómico. ¿Es un referente para usted?

Para mí y para todo el PP. En muy poco tiempo se ha ganado el respeto de Rajoy y de todos, y está llamado a ser un barón influyente. Me voy de Murcia con envidia sana de ver las políticas reformistas que está aplicando frente al inmovilismo del PSOE. La consecuencia es que los murcianos tienen más renta per cápita que los andaluces, menos desempleo, menos presión fiscal... Es lo que tiene gobernar bien.