El empresario Juan O., investigado en la Operación César sobre presunto fraude en las obras del tramo del AVE entre Crevillente (Alicante) y Murcia, aseguró al declarar ante la Guardia Civil que llegó a entregar entre cuatro y cinco millones de euros a otro de los investigados, Antonio José F., y que para hacer el traslado se tuvo que comprar un bolso tipo bandolera.

En su declaración, que ha sido conocida ahora al levantarse el secreto de las actuaciones, afirmó que en un principio entregaba el dinero en un sobre, hasta que decidió comprarse el bolso para hacer el traslado del mismo.

También aseguró que Antonio José F. se tomaba la precaución de bajar la persiana del despacho donde realizaba la entrega, en unas oficinas ubicadas en Murcia.

El informe elaborado por la Guardia Civil sobre este caso, en el que se persiguen los delitos de blanqueo de capitales, malversación de caudales y falsedad, se destaca que en la declaración en calidad de detenido de Juan O. «afloraron indicios de una gran ´contundencia´ sobre la actividad de José Manuel F.», ingeniero del Juzgado Privativo de Aguas de Orihuela (Alicante) y también investigado en este caso.

En la misma declaración de Juan O., este manifestó que se hacían facturas con un sobreprecio que le era impuesto precisamente por José Manuel F., presuntamente.

También aseguró que este llegó a indicarle, supuestamente, que tenían que hacer facturas falsas porque tenía compromisos de dinero.

Mecánica para defraudar

La mecánica que se utilizaba en este proceso de defraudación, según el declarante, consistía en que una vez que se extendían las facturas se emitían pagarés para simular los pagos a empresas ficticias, que eran cobrados por él mismo en una oficina bancaria de Santomera (Murcia) una vez que los responsables formales de aquellas los sellaban y firmaban en el dorso.

También reveló que por lo que había escuchado, el dinero recogido en el banco y entregado, presuntamente, a Antonio José F. se repartía después entre los beneficiarios de las presuntas mordidas.

El informe de la Guardia Civil destaca también otro extremo de la declaración de Juan O., que afirmó que las entregas del dinero las solía hacer de forma semanal, y que cuando en alguna ocasión se retrasó en hacerlo, Jose Manuel F., presuntamente, lo llamó para quejarse por la demora.

En otro momento del interrogatorio, aseguró que él no se había llevado dinero alguno de estos sobrecostes y que su beneficio fue que así se garantizaba que su empresa continuaría con los trabajos de las obras del AVE en los siguientes cuatro años.

Las manifestaciones de este empresario fueron ratificadas en el Juzgado de Instrucción.