La lucha contra la corrupción sigue siendo una prioridad para Miguel Pasqual del Riquelme, según señaló el presidente del TSJ durante la presentación de la Memoria 2015. Del Riquelme destaca que la fórmula de los Jueces de Adscripción Territorial está funcionando satisfactoriamente. Se trata de jueces que se asignan a aquellos juzgados donde se instruyen causas complejas, principalmente relacionadas con la corrupción, para descargar de trabajo al instructor para que pueda centrarse en estos procedimientos y acelerar así los tiempos de respuesta.

En este último año, la Región ha contado con ocho jueces de adscripción territorial. A partir de septiembre habrá un nuevo juez de refuerzo en el juzgado número 2 de San Javier, donde se instruía el caso Ninette, de presunta corrupción urbanística en el ayuntamiento de Los Alcázares, que se instruye desde principios de 2008 y que todavía no ha llegado a juicio. Se ha solicitado otro juez de adscripción en el juzgado número 9 de la ciudad de Murcia, donde se investiga el supuesto fraude en las obras del AVE.

El presidente del TSJ afirmó también que se está apostando por una fórmula «transversal» para estos jueces de refuerzo, «que van a los juzgados en los que hacen falta y durante el tiempo que hacen falta, en función de lo que digan los jueces titulares».

Pasqual de Riquelme informó también de que el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) ha visto con buenos ojos un novedoso proyecto que ha partido de magistrados y letrados de la Administración de Justicia de Murcia que han tramitado macrocausas relacionadas con la corrupción en los últimos años. «Hasta ahora, la experiencia que acumulaban las unidades judiciales que tramitaban causas complejas se perdían si esa unidad no volvía a tramitar un procedimiento de este tipo, por lo que no se aprovechaba el conocimiento que los profesionales adquirían. El proyecto que parte desde Murcia consiste en compartir con el resto de juzgados un documento en el que se relate la experiencia, los puntos positivos y los negativos, para que cuando un juzgado deba instruir un macroprocedimiento de este tipo tenga una base para saber cómo proceder», indicó el presidente del TSJ de Murcia, Miguel Pasqual del Riquelme.

Otros de los retos de futuro del TSJ para el futuro inmediato, según Pasqual del Riquelme, son reducir los asuntos pendientes en la Sala de lo Contencioso a través de un plan de excelencia administrativa, así como una atención preferente a los juzgados más congestionados de la Región: los 1, 2 y 3 de San Javier, el 1 de Totana y los de Molina de Segura.