El presidente de la Comunidad Autónoma, Pedro Antonio Sánchez, avanzó ayer que su discurso en el Debate del Estado de la Región, que se celebra mañana y el jueves, pivotará sobre el ofrecimiento de «mano tendida» a la oposición para llegar a acuerdos en infraestructuras, agua o financiación autonómica.

El jefe del Ejecutivo indicó ayer que en su intervención ante el hemiciclo hará «un diagnóstico muy realista» de una Región de Murcia que está inmersa «en una nueva etapa», en la que se está creando empleo, se están bajando impuestos y cumpliendo los compromisos asumidos por el Gobierno en el programa electoral, en su discurso de investidura y en el acuerdo con Ciudadanos.

Para el presidente, su primer año de gobierno ha sido «muy positivo». No obstante, se define como una persona «muy inconformista», puesto que todavía hay «muchas cosas por hacer», para lo cual apuesta por escuchar y codecidir «con todo el mundo».

«Estamos haciendo una nueva Región con más fuerza y más posibilidades de crecimiento», manifestó Pedro Antonio Sánchez, antes de afirmar que esta legislatura «es decisiva en muchos aspectos», por lo que pidió que «cuanto antes» se forme un Gobierno en España que respalde sus iniciativas.

En cuanto al papel de la oposición en el debate sobre su actuación política, el líder del Ejecutivo murciano prevé que «una parte de ella» haga «una radiografía que no tenga nada que ver» con su discurso, pero ha recordado a los demás grupos que la sociedad murciana pide que se pongan de acuerdo en los asuntos que les afectan.

En ese sentido, concluye que «hay muchas cosas en las que ponernos de acuerdo», como educación, infraestructuras, agua o financiación autonómica, por lo que ofrecerá su «mano tendida» para llegar a ententes.

Sánchez protagonizará la primera jornada del debate mañana, a partir de las 11 horas, en una intervención sin límite de tiempo que copará ese día, mientras que los grupos parlamentarios abrirán el jueves con una intervención de media hora por partido.

La novedad acordada este años por los cuatro grupos ha sido que la réplica del presidente del Gobierno a los grupos estará limitada por el tiempo, en este caso 40 minutos, tras lo cual, los portavoces de cada formación dispondrán de otros 10 minutos para contestar a Sánchez, que hará una alocución de un máximo de 15 minutos.

Finalmente, habrá un turno general de intervenciones para la defensa de las propuestas de resolución y fijación de proposiciones respecto de las presentadas por los demás grupos parlamentarios.