Nadie hubiera sospechado hace dos años que el regreso de las medusas al Mar Menor iba a ser un alivio. Sin embargo, así lo reconoció ayer la consejera de Agua, Agricultura y Medio Ambiente, Adela Martínez-Cachá, quien calificó de «buena noticia» que hubiera indicios de que esta especie de celentéreo volviera a verse por la laguna.

«Hasta la semana pasada no teníamos ningún dato que nos hiciera pensar que habría, pero esta semana ya sí los tenemos», indicó la consejera, quien recordó que el año pasado no hubo la proliferación de años anteriores.

«Eso nos hace pensar que el estado del agua de la laguna va a mejorar», dijo, ya que estos celentéreos se alimentan del fitoplancton. La presencia de estas microalgas excede actualmente lo aconsejable y ha dado lugar a la turbiedad del Mar Menor, la conocida como 'sopa verde'.

Martínez-Cachá explicó que, al igual que en veranos anteriores, serán los ejemplares característicos de esta zona del litoral murciano: la Cotylorhiza tuberculata, más conocida como 'huevo frito', de color marrón y que no es urticante, y la Rhizostoma pulmo, conocida como 'Blanca'.

La Consejería instaló en mayo 43 kilómetros de redes fijas creando barreras que impedirán el paso de medusas a las zonas habituales de baño del Mar Menor, y que permanecerán hasta mediados de octubre.

La colocación de estas mallas, cuyo importe para la instalación, mantenimiento y retirada es de 444.859 euros, dará cobertura a 60 playas de la costa marmemorense.