Todo lo que un Gobierno pueda invertir en educación es insuficiente, según opina el presidente del Consejo Económico y Social (CES) de la Región, José Luján, que presentó ayer la Memoria 2015, donde el organismo consultivo insta tanto a los dirigentes políticos como a los agentes sociales de la Región a la firma urgente de un gran acuerdo por la educación en el ámbito autonómico, cuyo principal objetivo debe ser «apostar por el talento» y situar los indicadores de enseñanza en convergencia con la media española y europea.

La Memoria del CES 2015, de 900 páginas, analiza la situación socioeconómica y laboral de la Región, indagando en el estado del tejido empresarial, las políticas de empleo, las desigualdades sociales, el grado de desarrollo de las nuevas tecnologías y la situación del sistema educativo.

Durante la presentación, José Luján estuvo acompañado por los vicepresidentes Miguel López Abad y Antonia García (CC OO), además de Juana Pérez, de la Asociación de Consumidores. El informe ha detectado señales preocupantes en el sistema educativo «polarizado» de la Región, como el hecho de que el porcentaje de jóvenes con estudios superiores solo esté por encima de los de Ceuta y Melilla y que las tasas de escolarización de 0 a 3 años estén entre las más bajas de España, algo que puede deberse «a la existencia de un déficit de escuelas infantiles públicas o una escasa incorporación de madres con hijos pequeños al mercado de trabajo».

Lamenta el CES que entre 2010 y 2014 los centros de enseñanza no universitaria hayan perdido 2.325 profesores, así como el hecho de que el gasto público por alumno haya descendido un 10,5% en tres años. De esta forma, mientras el gasto por alumno en Murcia es de 4.491 euros, el promedio nacional es de 5.231 euros. La comunidad autónoma con mayor inversión por estudiante es País Vasco, donde las administraciones gastan 9.175 euros por alumno.

«Resulta urgente reparar el impacto de la crisis económica en el gasto público educativo y sus efectos en los diversos ámbitos en los que se materializa», concluye la Memoria del CES, que también resalta datos positivos como el descenso de las tasas de abandono escolar temprano y el buen estado de salud de la enseñanza de idiomas.

El gran pacto educativo regional que quiere impulsar el órgano consultivo debe abordar retos como «alcanzar una mayor presencia de jóvenes en la Educación postobligatoria y reducir la proporción de los que solo tienen Primaria», así como «la construcción de un sistema que garantice el acceso de la población a la formación a lo largo de la vida».

La meta debe ser «la estrategia Europa 2020» y el gran pacto regional «debe concretar las medidas regulatorias y compromisos presupuestarios de la Administración regional, pero también los compromisos correspondientes al ámbito de responsabilidad propio de los agentes sociales y políticos». Para garantizar la credibilidad del acuerdo, este debe contener además un calendario para su implementación y un sistema de indicadores para evaluar la efectividad de las medidas.

La brecha digital

La Memoria del CES aborda asimismo el grado de penetración de las nuevas tecnologías en la Región, instando al Ejecutivo regional a acordar con los agentes económicos y sociales la puesta en marcha de un Plan para el Desarrollo de la Sociedad de la Información. Entre los problemas que detecta el órgano consultivo en este apartado destaca «la existencia de una importante brecha digital perceptible especialmente en las personas de 65 o más años, analfabetas o quienes no han completado la Educación Primaria, se dedican a las labores del hogar o son pensionistas, en quienes sus ingresos mensuales netos no llegan a 900 euros o en las personas con discapacidad». Advierte del estancamiento de la interacción entre el ciudadano y la Administración, aunque elogia el proyecto Papel Cero del Gobierno de Pedro Antonio Sánchez.