El incierto escenario que arroja el 'Brexit' sobre la Unión Europea (UE) y la relación de sus miembros con el Reino Unido también se cierne sobre los más de 30.000 puestos de trabajo que suponen los principales sectores de la Región de Murcia involucrados en el mercado británico: el turismo, las exportaciones y la compra-venta de viviendas. Es una de las cifras que maneja el Gobierno regional, que quiere evitar que la desconexión británica de la UE se convierta en una amenaza para la economía de los murcianos.
La Comunidad expresó ayer su «compromiso» por consolidar «las positivas expectativas de crecimiento económico» y anunció que «defenderá» al millar de murcianos que trabajan en Gran Bretaña e Irlanda del Norte y a los 10.000 británicos residentes en la Región. El Ejecutivo autonómico prometió que «velará» por los intereses de los murcianos en las futuras negociaciones que tendrán lugar los próximos meses para formalizar la salida oficial del Reino Unido de la UE.
El Gobierno regional mantuvo ayer una reunión de crisis -convocada por el presidente con carácter urgente y demoninada 'Comisión delegada del Consejo de Gobierno para asuntos económicos'- para analizar el impacto del alcance del 'Brexit' en la Comunidad. Y es que las relaciones económicas de la Región se traducen, según las cifras del Ejecutivo, en más de 1.500 millones de euros, que equivalen al 5,34% del Producto Interior Bruto (PIB) regional. Se trata de un mercado, el británico-murciano, que abarca más de 600 empresas y genera 30.000 puestos de trabajo sólo en el turismo, las ventas al Reino Unido y el negocio inmobiliario.
El objetivo es que ningún sector se vea perjudicado, señaló la consejera de Portavocía, Noelia Arroyo. Y, para ello, lo primero es conocer las situaciones de riesgo. «Reaccionamos de forma urgente para obtener la información que nos permita conocer el escenario de la Región ante el 'Brexit' para, así, advertir de los riesgos a corto plazo y poder actuar políticamente», indicó Arroyo a este diario. Añadió que todavía es «prematuro» fijar medidas concretas, aunque sí avanzó que los consejeros concertarán citas con los principales representantes implicados para conocer sus preocupaciones. Además de la consejera de Portavocía y el presidente, estuvieron presentes en la reunión de urgencia los titulares de las consejerías de Desarrollo Económico y Turismo, Hacienda y Agricultura.
Ventas hortofrutícolas
Sólo Francia compró más que Reino Unido el año pasado en la Región: las ventas en el mercado británico registraron un total de 956,13 millones de euros, cuyas exportaciones crecieron un 55% en un lustro. En 2015, un total de 503 empresas vendieron sus productos en Gran Bretaña, con 15.973 operaciones comerciales, según los datos de la Comunidad.
El sector agrario ya mostró su temor ante el 'Brexit': el presidente de Proexport, Juan Marín, pronosticaba el pasado sábado una pérdida millonaria en la agricultura murciana, que ocupa la mayoría de las exportaciones, con ventas estipuladas en 617,38 millones, a un país que importa, sobre todo, brócoli, uva de mesa y apio murciano. Ante esta incertidumbre, Arroyo avanzó que la consejera del ramo, Martínez-Cachá, estudiará «desde primera hora de mañana» la situación individual de las empresas del sector para evitar perjuicios económicos.
La mitad de los turistas, ingleses
El resto de consejeros también abordarán el estudio de sus áreas, ante posibles perjudicados. Es el caso del turismo, cuya consejería dirige Juan Hernández. Casi la mitad (un 49,7%) de los visitantes extranjeros son británicos. No obstante, el Gobierno regional sostiene que se debe continuar con la política de oferta «multidiversificada», con un posicionamiento «fuerte» y que ha atraído a turistas procedentes de Chequia, Dinamarca y países escandinavos. «Suponen el 30% en la Región, mientras que en el resto del país son un 13%», afirmó Arroyo.
La pérdida de poder adquisitivo como consecuencia de la depreciación de la libra esterlina también puede afectar al negocio inmobiliario. Los británicos compraron más de 1.300 viviendas, con una media de 80.000 euros, según citaron fuentes regionales.
