Evitar que el ansiado verano se convierta en una pesadilla es el objetivo de las medidas especiales que ha puesto en marcha la consejería de Sanidad, centradas en aspectos relacionados con el calor, los mosquitos, el baño y la alimentación.

La dirección general de Salud Pública y Adicciones vigilará los efectos del calor en los ciudadanos; la calidad del agua de piscinas, spas y playas; la presencia del mosquito tigre; e inspeccionará establecimientos alimentarios, tanto fijos como móviles. Todo, para velar por la salud de los murcianos y visitantes durante la temporada estival, según el director general, Manuel Molina Boix.

La consejera Encarna Guillén, a su vez, explicó durante la presentación ayer de estas medidas, que «se realizan cada año con motivo de la llegada del verano y, según las necesidades, se van implementando con otras».

En los problemas sanitarios provocados por el calor, desde finales de mayo los profesionales de Atención Primaria han realizado 43 intervenciones, ninguna de ellas grave -lo que se conoce como golpe de calor-. Molina apuntó que los ciudadanos deben extremar las precauciones para evitar insolaciones, quemaduras de piel, deshidrataciones y no hacer ejercicio físico en las horas punta, o de mayor calor del día. Y recordó que los ancianos, los niños, los trabajadores al aire libre y los atletas son los colectivos más vulnerables.

La Consejería tiene activo desde el 1 de junio el Plan de Acciones Preventivas contra los Efectos del Exceso de Temperaturas sobre la Salud, que se prolongará hasta el próximo 15 de septiembre.

En el apartado de calidad de las aguas, se vigila las de las piscinas descubiertas y spas y las de las playas. En este último caso se hacen análisis quincenales en 84 puntos de la Región, y en diez del Mar Menor, esta vez semanalmente. Hasta el momento, todas son aptas para el baño.

Esta temporada está prevista la visita a 181 piscinas descubiertas y spas. Desde el pasado 15 de mayo se han hecho 45 actuaciones, 25 de ellas de inspección, a 32 establecimientos públicos. Hasta el momento no se ha dictado ningún cese de actividad. En este caso también se controla el buen estado de las instalaciones y la presencia de socorristas, entre otras.

Con la llegada del verano, aparecen los mosquitos, y Sanidad centra sus actuaciones en hacer frente al mosquito tigre, cuya picadura puede transmitir enfermedades como el zika, el dengue o el chikungunya.

Este año, se ha creado una comisión regional para la vigilancia y control de este insecto en el que participa la administración regional y los ayuntamientos. «Pero sobre todo hay que concienciar a la población, porque el 80% se cría en entornos domésticos», dijo Molina. De ahí los 30.000 folletos y 6.000 carteles informativos editados con medidas de prevención.

La legionella y su control es otras de las áreas de trabajo. Para minimizar el riesgo de exposición de la población a aerosoles emitidos y que puedan originar la proliferación y/o dispersión de esta bacteria se recogerán muestras en 524 establecimientos, en torres de refrigeración y en fuentes: «Ya tenemos mucha experiencia y hacemos los análisis con mucho rigor».

35 inspectores (27 veterinarios y 8 farmacéuticos) velarán por la seguridad alimentaria este verano en la costa y el interior y, además de en mercados o mataderos, se controlará los puestos ambulantes de comida y los chiringuitos playeros.