­La juez del caso Novo Carthago ha vuelto a reclamar los extractos de todas las cuentas bancarias de la hija y el yerno del expresidente regional Ramón Luis Valcárcel del año 2007, ante la sospecha de que tras los ingresos recibidos por la boda «se pudieron ocultar dádivas de Hansa Urbana», la promotora de la urbanización que iba a ocupar unos terrenos protegidos junto al Mar Menor que fueron recalificados. La titular del Juzgado de Instrucción Número 2, Miriam Marín, ve indicios de que, «para conseguir la reclasificación urbanística que era necesaria para el proyecto Novo Carthago, se entregasen por Hansa Urbana incentivos económicos a distintas autoridades con potestad para dar viabilidad a dicho proyecto, entre ellos, al expresidente de la Comunidad, que podría haber recibido los emolumentos a través de su hija o de su cuñado Juan Francisco Cruz Alfaro», dadas las relaciones de ambos han mantenido con la empresa.

Por eso considera significativa la presencia de Valcárcel en la presentación oficial de Novo Carthago el mismo día que el exconsejero de Agricultura Antonio Cerdá firmó la modificación el PORN del Mar Menor sin los informes preceptivos de los técnicos para dar «encaje legal» al proyecto. «La coincidencia de fechas no parece casual, sino fruto de una coordinación» precisa en un auto del día 15.

«Es un hecho acreditado que el señor Ramón Luis Valcárcel estuvo el día 12 de junio de 2003 en la presentación del proyecto urbanístico de Novo Carthago promovido por Hansa Urbana. Este proyecto exigía urbanizar una parte de un espacio natural protegido. Su mera presencia implicaba un respaldo político de máximo nivel al proyecto», afirma la magistrada. Recuerda además que, mientras se modificaba el PORN para construir Novo Carthago, se paralizaron otros proyectos en terrenos colindantes de Lo Poyo.

El magistrado del TSJ que investigó el presunto caso de corrupción urbanística hasta marzo de 2015, Manuel Abadía, había requerido los movimientos bancarios de Rosario Valcárcel y Fulgencio Perán posteriores a su boda, en el año 2007, pero la petición fue recurrida ante la Audiencia Provincial, que la rechazó en marzo de este año. Para justificar la nueva petición, la magistrada dice que en la recalificación de Novo Carthago «hay indicios de una actuación coordinada entre el ayuntamiento de Cartagena, la consejería de Medio Ambiente y la de Obras Públicas y Ordenación del Territorio, coordinación que sólo se puede conseguir desde ciertas atalayas administrativas».

Para Miriam Marín resulta «ilógico que el proyecto Novo Carthago se iniciara mediante la compra en escritura pública de 19 de julio de 2002 de la finca Miramar, precisamente la que contaba con mayor protección y no era urbanizable».

Añade que «en la documentación interna de la CAM (la entidad que financió la compra de los terrenos de Novo Carthago) sobre la operación Miramar, se dice expresamente que ´a partir de su adquisición se pretende continuar los contactos ya iniciados con las instituciones (Administración Local y Autonómica)´ lo que implica que los contactos se iniciaron antes de la compra».

Por eso, la juez Miriam Marín justifica en su auto la importancia que tienen los movimientos registrados en las cuentas de la hija y el yerno de Valcárcel, que están citados a declarar como imputados en las próximas semanas. Recuerda los ingresos en metálico que Fulgencio Perán realizó en su cuenta y aduce que «la misma lógica tendría, por tanto, indagar sobre los regalos obtenidos por dicho matrimonio que, como es habitual, se obtienen en su mayoría mediante ingresos en cuenta corriente bancaria».

Recuerda las vinculaciones con la empresa Hansa Urbana que han tenido la hija de Valcárcel, que fue contratada por un bufete andaluz cuyo principal cliente era la promotora, y el cuñado del ahora eurodiputado, que compró por un precio irrisorio acciones de una empresa propietaria de terrenos con un valor de tasación muy superior al que pagó. También alude a la vivienda en Valencia que el exconsejero Francisco Marqués compró a bajo precio y a los ingresos que obtuvo la exasesora de Cerdá María Antonieta Fernández.