La Audiencia Provincial ha confirmado la sentencia que condenó a un hombre que dijo que había robado joyas de su exesposa valoradas en más de 2.000 euros no en beneficio propio, sino para comprar comida para los hijos de ambos. No obstante, la sentencia reduce de diez meses de prisión a siete la pena que le fue impuesta por un juzgado de lo penal de Cartagena por un delito de hurto al aplicarle la atenuante de parentesco.

El tribunal confirma el relato de hechos probados establecidos por el juzgado, según el cual, durante el juicio se demostró que el acusado sustrajo un reloj de oro, cuatro anillos, dos pulseras, dos gargantillas y una esclava que luego vendió en establecimientos de compra de oro de las provincias de Murcia y Alicante. El juez declaró probado igualmente que esas alhajas le fueron regaladas por el denunciado a su exmujer cuando aún estaba vigente el régimen de gananciales, por lo que la propiedad le pertenecía ahora en exclusiva a ella.