En la madrugada del miércoles fueron liberados siete rehenes secuestrados por un grupo terrorista y ayer por la mañana, en el aeródromo de Erduf (nombre ficticio del aeródromo de Alhama de Murcia), un avión C-295 (T-21) del Ejército del Aire fue el encargado de trasladar a los rehenes a territorio seguro. Podría tratarse de una situación real, pero lo relatado corresponde al trabajo realizado por unos 400 efectivos de operaciones especiales de los tres ejércitos, quienes participaron ayer en un ejercicio de adiestramiento ficticio para operaciones especiales de alcance, el SOFEX-16. El ejercicio simulaba un enfrentamiento entre dos hipotéticos países, ambos fronterizos y con mala relación. «Grupos terroristas bajo influencia de uno de estos países quieren desestabilizar el país», tal y como explicó a los medios de comunicación que presenciaron todo el operativo el comandante Adolfo de la Macorra. 'Nubia Libre' es el nombre del grupo terrorista que tenía a los rehenes, liberados exitosamente por el ejército en el operativo. El Mando Conjunto de Operaciones Especiales (MCOE) fue el encargado de planear y conducir la liberación de los rehenes a través de una fuerza de operaciones especiales liderada por la fragata naval especial.

Mientras tanto, en el Buque de Asalto Anfibio 'Castilla', donde estaba el mando y la plana mayor, se siguió el desarrollo de la operación, lugar hasta el que se desplazó el ministro de Defensa en funciones, Pedro Morenés, quien también estuvo presente en el aeródromo de Alhama de Murcia, presenciando el trabajo del MCOE.

Todo el operativo fue coordinado por el MCOE e intervinieron un Equipo Operativo de Operaciones Especiales (SOTU) del Mando de Operaciones Especiales del Ejército de Tierra (MOE), otro del Escuadrón de Zapadores Paracaidistas del Ejército del Aire (EZAPAC) y otro de la FGNE. Además, participaron dos helicópteros Tigre, dos Chinook y un cougar de FAMET, así como un Superpuma y dos SH3D Seaking de la Flotilla de Aeronaves de la Armada y un avión C-295 (T-21). Una vez en el buque 'Castilla', el ministro de Defensa en funciones atendió a los periodistas -quienes también pudieron volar en los helicópteros del Ejército-, destacando que el simulacro sirve para comprobar, «una vez más, dos elementos clave de las Fuerzas Armadas Españolas: la capacidad de acción conjunta y la capacidad de desarrollar instrumentos de la defensa nacional adecuados, cada vez más, a los riesgos y amenazas actuales». Morenés también adelantó que el general que actualmente se ocupa del Mando de Operaciones Conjuntas, será en 2018 el mando responsable del componente dentro de la OTAN para estas operaciones.

A preguntas de los medios, Morenés aseguró que el Ejército español «no se ha tenido que ocupar, por ahora, de una operación como la simulada, aunque ya se preparó en su día para una operación similar». Aun así, destacó que los ejercicios prácticos como el de ayer «permiten poner a prueba la capacidad humana y de nuestro material». «Lo único que no hay es un enfrentamiento real», añadió.