La Guardia Civil ha vuelto esta mañana a la desaladora de Escombreras para tomar muestras del agua que utiliza la planta y del estado de los caudales. Buzos de la Benemérita han descendido al cajón de captación, situado en la dársena de Escombreras, para recoger muestras que permitan determinar si los caudales de los fondos marinos son aptos para destinarlos al abastecimiento humano.

Especialistas de la Guardia Civil están recorriendo las instalaciones de la planta para inspeccionar el estado de la maquinaria y de las tuberías.

También está prevista la recogida de muestras en la conducción que vierte la salmuera generada durante el proceso de desalación.

El Juzgado de Instrucción número 5 de Murcia, que abrió una investigación a raíz de la denuncia de la Fiscalía, ya ordenó el pasado 18 de mayo un registro de las instalaciones de la planta y de varios despachos relacionados con la empresa de la Comunidad Autónoma Desaladora de Escombreras, cuya sede se encuentra la consejería de Agricultura, Agua y Medio Ambiente.

La Guardia Civil ha desplegado esta mañana un nuevo dispositivo en la planta y en las conducciones e infraestructuras para tomar muestras que permitan confirmar si el agua captada en el fondo de la dársena de Escombreras contiene metales pesados, dado que el cajón de captación se encuentra situado en el puerto donde atracan los petroleros y los buques que transportan el gas natural.

Agentes de la Guardia Civil también visitaron el ayuntamiento de Cartagena el pasado mes de mayo para conocer la documentación sobre las autorizaciones municipales concedidas para la construcción y la apertura de la planta.

Los trabajadores de la desaladora han recibido instrucciones de mantener sus teléfonos móviles apagados mientras los investigadores inspeccionan las dependencias y recogen muestras del agua y de los equipos técnicos empleados en la planta.