«Están jugando con fuego y parecen no darse cuenta; esto es como un polvorín». Esta frase resume el sentir de los agricultores del Campo de Cartagena, que por segunda vez impidieron ayer los trabajos de sellado de las tuberías que vierten las salmueras a la rambla del Albujón, y que terminan en el Mar Menor.

La Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) inició el pasado jueves estos trabajos. El agua con las salmueras que vierten al Albujón procede de las cientos de pequeñas plantas desalobradoras de otros tantos pozos que los agricultores están utilizando a causa de la sequía.

«Necesitamos ese agua para salvar las más de 12.500 hectáreas de arbolado y cultivos de verano que tenemos en marcha», explicó el portavoz de la organización agraria Coag en el Campo de Cartagena, Vicente Carrión. «No podemos dejar una actividad de la cual dependen miles de personas por falta de agua; y este es el único con el que podemos contar por la sequía en el Tajo», apuntó.

Un centenar de agricultores impidieron ayer los trabajos de sellado «y mañana -por hoy- volveremos a hacerlo si la Confederación sigue en su empeño». Hasta pasadas las dos de la tarde los productores se mantuvieron en el lugar y hubo algún momento de tensión cuando apareció la máquina excavadora y los agentes de la Guardia Civil, que habían sido reclamados por el organismo de cuenca.

Los productores ya bloquearon los trabajos de la empresa contratada por el organismo de cuenca el viernes pasado.

Hasta el lugar se desplazó, entre otros, el comisario de Aguas de la CHS, José Carlos González, quien pidió a los agricultores que se dispersaran. Fuentes de la CHS confirmaron que se había solicitado la presencia de la Guardia Civil, porque «se está impidiendo hacer un trabajo basado en la Ley», ya que, añadieron, los vertidos están generando un daño ambiental al desembocar esos caudales en el Mar Menor.

Los agricultores recordaron que llevan «más de 15 años» reclamando una solución al problema de las salmueras, ya que aunque en el año 1995 la CHS empezó a construir un emisor, éste no se terminó.

«Nosotros somos los primeros interesados en que se arregle el tema y estamos dispuestos a financiar la parte que nos corresponda», apuntó el presidente de la Comunidad de Regantes del Campo, Francisco Sáez, que dejó claro que «estamos ante un problema ambiental que se podía haber solucionado hace mucho tiempo».

Pero ni la administración central ni la regional, añadió, «nos ha hecho caso hasta ahora».

El presidente de la federación de cooperativas Fecoam, Santiago Martínez, destacó la necesidad de buscar una solución para que «no se vierta ni un sólo litro de agua residual» a la laguna.

«Creemos que es posible que en un par de meses pueda estar todo solucionado», dijo.

De hecho, la intención de la consejería de Agua, Agricultura y Medio Ambiente es llevar a cabo las obras de reparación y reposición del colector de las desalobradoras del Campo que se empezó a construir y conectarlo con el emisor de aguas salobres procedentes de la desalinizadora de San Pedro del Pinatar, propiedad de la Mancomunidad de Canales del Taibilla.