Unos 88.000 murcianos que se han quedado varados a consecuencia de la crisis económica tienen bloqueado el acceso a sus cuentas bancarias. Las alegrías en la concesión de créditos que se produjo antes del estallido de la crisis sigue pasando una dolorosa factura a las familias que se han ido quedando sin ingresos para afrontar las obligaciones de pago asumidas en los buenos tiempos. Las reclamaciones de las entidades financieras y del resto de acreedores han llevado a dos millones de ciudadanos y pequeños empresarios españoles a convertirse en morosos.

Hasta ahora los particulares que entraban en los listados de morosos tenían grandes dificultades para salir del agujero negro al que se veían condenados por sus deudas. Su problema es que la ejecución de sus deudas y las órdenes de embargo de sus cuentas le impiden recibir cualquier ingreso.

Sin embargo, la Ley de Segunda Oportunidad, que entró en vigor el pasado mes de septiembre, también permite a las familias y a los autónomos que ejercen como personas físicas liberarse de sus deudas para empezar de nuevo mediante un proceso tutelado por el juez, según indicó el director comercial de la empresa Reparatudeuda, Manuel Fores. El procedimiento, que es similar al de una empresa en concurso de acreedores, abre una vía de negociación entre el particular y sus acreedores para liquidar la deuda dentro de un plazo que no podrá superar los diez años.

«Antes la persona estaba indefensa y solo tenía la posibilidad de negociar con el banco, si es que podía, mientras que esta nueva legislación le ampara como a los empresarios», asegura. Sostiene que ahora «casi el 100 % de los afectados se salva» de tener que hacer frente a sus deudas, mediante la reducción de la carga financiera y otras medidas de orden social, aunque solo se pueden acoger a la ley si el importe de las mismas no supera los cinco millones de euros y prueban que no tienen ingresos ni patrimonio para devolver el dinero prestado».

Según los datos facilitados por Manuel Fores, en la Región hay 88.000 personas que tienen sus cuentas bloqueadas de los dos millones de españoles que hay en esta situación. La mayor parte de los morosos murcianos que tienen sus cuentas bloqueadas son hombres (70%), pero casi uno de cada tres es una mujer (30%). Dos de cada tres (65%) están casados y un 35%, solteros.

«Las familias habían accedido al crédito con mucha facilidad, pero cuando llegó la precariedad laboral a partir de 2008 y 2009 llegaron los impagados y después los embargos de las nóminas. Entonces empezó el vía crucis para las familias que estaban desamparadas», explicó el representante de la compañía que gestiona la adhesión de las familias a los procesos recogidos en la Ley de Segunda Oportunidad

Fores explicó que la normativa en vigor desde el 1 de septiembre establece que el primer paso es alcanzar un acuerdo extrajudicial para tratar de pactar unas condiciones de pago que puedan ser aceptadas por las familias. «Si no se aceptan, entonces se pasa al concurso y hay una resolución judicial».

Precisó que en el caso de los autónomos, la resolución la adopta el Juzgado Mercantil, mientras que cuando se trata de una familia corresponde a un juzgado ordinario. «La segunda oportunidad consigue que la gente no esté condenada para el resto de su vida y pueda volver a trabajar».

Asegura que el 70% de los casos corresponde a familias con exceso de crédito bancario, mientras que el 30% restante lo constituye «gente que montó un negocio» y que, con la recesión «tuvieron que cerrar y sufre ahora los embargos». La firma asegura que en estos momentos está gestionando el problema de unos mil clientes por un volumen de 15 millones de euros y que el importe medio de las operaciones en trámite asciende a 172.000 euros. Fores recuerda que cancelar la deuda conlleva para el afectado otro factor beneficioso, su salida del listado de morosos que lo situaba fuera de mercado en términos financieros.