El Tribunal Superior de Justicia de la Región ha respaldado una sentencia que declaró procedente el despido del trabajador de una empresa de seguridad por falta de puntualidad y por desobedecer a sus superiores. La sentencia desestima el recurso del trabajador contra la dictada que absolvió a la empresa, a la que acusó de vulnerar sus derechos fundamentales. El juez recogió que la empresa entregó al apelante una carta comunicándole esta medida por desobediencia a sus jefes y por más de doce faltas no justificadas de puntualidad cometidas en 6 meses. La carta exponía que tampoco cumplió con su obligación de mantenerse con el uniforme puesto.